inflation word on smartphone touchscreen
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Sin pretender hacer un análisis político, simplemente como observadores de a pie escuchamos y leemos propuestas del Gobierno Nacional cuya irrupción por momentos desconcierta. Digamos de entrada que se vienen registrando muchos aumentos de precios, pero no en los salarios, transferencias a las Provincias, universidades, jubilaciones y otros ítems por el estilo que no parecen tener distinta solución. Solo Dios sabe cuándo se puede modificar. Pero es cierto que mucho se hizo mal anteriormente (muchos años) para que ocurra lo que está ocurriendo. Campo propicio para personajes como Milei.

Tanto el FMI como el Banco Mundial pronostican que el 2024 el PBI cerrará con número negativo, o sea retroceso. Aclaran que las cosas se están haciendo como corresponde para sanear la economía, pero por las dudas se “curan en salud” y dicen: cuidado con las reformas, no se olviden de los más vulnerables y de la seguridad alimenticia, no vaya a ser que se pasen de mambo. En fin.

El presidente Milei y el equipo económico proponen cambios importantes, mayormente bajo la bandera desregulatoria y un estado mínimo, los gestos y acciones en las redes sociales, se pueden pensar por ahora como atenuando, replegando o tirando al costado algunas cuestiones de la socialdemocracia o de la democracia liberal o algo así. ¿Como será finalmente este casi poco conocido camino que pretende Milei? No lo imaginamos y es también una pregunta que se hace Loris Zanata en un reciente artículo. ¿Milei lo sabrá? Pero si sabemos que la escuela austriaca genera las principales ideas, sabemos también que la economía no se arregla sola (especialmente cuando tiene muchos baches), sabemos que las autoridades oscilan entre el énfasis fiscal o monetario, sabemos que se debe hacer algo cuando los precios se van al infierno. ¿Alcanza? Seguro que no. Las correcciones, modificaciones y ajustes de variables que se vayan produciendo en áreas desreguladas y fiscales repercutirán directamente en la inflación, las reservas del BCRA, definitivamente en la actividad económica y en la calidad de vida. Por el momento muchos ruidos que los seguidores del presidente potencian o hacen de eco a pesar de los contratiempos políticos.

Si resulta sencillo para Milei llegar al 2,5 % del Superávit Primario acordado con el FMI, haciendo uso de las herramientas que anunció en la campaña, se irá viendo. No pareciera que los planetas se vayan a alinear con facilidad, las fuerzas del cielo que siempre vienen bien, seguramente hoy están en cosas más importantes como las que ocurren en Ucrania y el Medio Oriente.  Esa es la cuestión.

Pero indudablemente agregamos nuevas grietas a las históricas que cargamos en la mochila: desregular todo, mucho o poco, libertarios o los antónimos, decreto de necesidad y urgencia DNU si, DNU no, ley ómnibus si, no, y se podría seguir. Hoy sucede en Argentina, ocurre también en otros países, propuestas con fuertes condimentos fundamentalistas, generando vientos cruzados. Debemos reconocer que son muchos los que, con diferentes niveles educativos, empleos y otros, aprueban por el momento bajo la bandera de lo necesario. Pero la Argentina con alta inflación, recesión, pobres, herencia que recibe Milei, no resulta para nadie sencillo elaborar políticas macroeconómicas que afronten las crisis. 

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