• La reinstalación de la reforma del sector salud como tema de agenda política: Tal es la centralidad política de Cristina Fernández de Kirchner, que bastaron un par de minutos de su alocución durante un acto celebrado en la puerta del Hospital de Niños de La Plata, para alborotar el avispero y reinstalar como tema de discusión una eventual reforma del sector salud argentino. De inmediato, diversos actores protagónicos del sector salieron a expresar anticipos de su posturas o puntos de vista en relación al tema. Así, una parte importante del subsector privado, tanto financiador como prestador, encabezado por el titular de Swiss Medical, Claudio Belocopitt ya señaló su oposición, al menos a lo que ellos interpretan que tal planteo implica. Otro tanto, si bien de manera oficiosa e inorgánica, trascendió respecto del campo sindical; con sus más y sus menos, los pocos dirigentes gremiales que se pronunciaron, dejaron claro que le dan la bienvenida a cualquier proyecto de reforma siempre y cuando éste no afecte a sus obras sociales. De todas formas, el más ruidoso de los silencios fué el de las autoridades provinciales, salvo las autoridades de salud bonaerenses, nadie dijo nada. En verdad, no necesitan expresar ninguna opinión, el precepto constitucional de las facultades no delegadas por las provincias en el gobierno nacional, las pone a cubierto de cualquier iniciativa en materia de salud, educación y otros temas directamente vinculados con las autonomías provinciales, con los que no acuerden.
  • ¿Qué promueve Cristina?: La Vicepresidenta se ha referido a la necesidad de discutir los mecanismos para modificar el actual estado de cosas del sistema de salud, en aras de su mejora y optimización, a fin de tornarlo más eficaz y justo socialmente; esto es, facilitando la accesibilidad y oportunidad de las prestaciones asistenciales a los sectores más humildes. Éstos, están hoy sumamente desfavorecidos por los notorios grados de desigualdad e injusticia social que se registran en esta cuestión, tanto en materia de accesibilidad y oportunidad, como de integralidad y calidad de los servicios que reciben. Así las cosas, corresponde señalar que nadie bien nacido podría oponerse a estas enaltecedoras intenciones. Ahora bien, dada por buena y sana la pretensión, correspondería analizar la naturaleza de los cambios que resultarían inherentes a tales efectos, las dificultades y obstáculos que se deberían superar, las factibilidades económica, jurídica e institucionales, y la viabilidad política de las acciones necesarias para su implementación, si es que tal cosa fuera posible. Dado que por su magnitud esa tarea excede largamente la índole de este informe de situación, será abordada próximamente en un artículo específicamente dedicado al tema.
  • La evolución de la lucha contra la pandemia: Continúan siendo muy elevadas las cifras de contagios, de internaciones y de muertes, si bien paulatinamente se va consolidando una gradual tendencia a la baja. Esto se nota particularmente en la providencial disminución por goteo en la presión de demanda sobre las camas de terapia intensiva, sobre todo en la región metropolitana, de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, alivio que en los últimos días también comenzó a percibirse en Córdoba y Santa Fe. Esta incipiente mejora, que permite avizorar una probable aceleración de la disminución de la curva de contagios, casos, internaciones y muertes, es producto de la congruencia virtuosa de las restricciones impuestas las últimas semanas, combinadas con una campaña de vacunación que va exhibiendo cifras cada vez más robustas (ver punto 4). Ello no obstante, debe tenerse suma prudencia, aún con ese horizonte promisorio, la República Argentina en alrededor de un mes o pocos días más, quebrará y superará la “barrera” de los 100.000 fallecidos por la COVID 19, siendo muy probable que la cifra final de muertes oscile alrededor de los 120.000/130.000 para cuando culmine la campaña de vacunación, probablemente para septiembre/octubre del 2021 si no ocurren imprevistos. Es decir, coincidiendo temporalmente con la campaña electoral. Luego, es harto probable que buena parte de la querella discursiva a plantear por parte de la oposición de derecha, pase justamente por exacerbar el infortunio de aquellas muertes, para tratar de teñir como tragedia y fracaso, aquello que desde el campo nacional y popular legítimamente puede vivirse como un éxito. Obviamente, esta consideración se efectúa en relación a la campaña de vacunación. La mortalidad en términos comparativos, muestra y mostrará a nuestro país integrando un abigarrado pelotón de naciones con cifras más o menos similares (EEUU, Reino Unido, Italia, Francia, México, Colombia y Uruguay, entre otros). Por lo tanto, si algo resulta claro, es que en relación a las políticas implementadas por el gobierno nacional para afrontar la pandemia, no se le pueden endilgar calificativos muy diferentes de aquellos que se utilicen para con esos países. Luego, viendo las naciones involucradas, va de suyo que, genéricamente hablando, no hay grandes cuestiones que señalar; Argentina corrió la misma suerte que muchos otros estados en los que a nadie se le ocurriría sensatamente defenestrar a sus gobiernos por el enfoque ante la pandemia. Esta cuestión habrá que tenerla muy presente en las charlas y discusiones políticas, pues por ahí tratará de pasar la cizaña amariya. Está muy claro que todo podría haber sido muchísimo peor, como lo acreditan las tremendas cifras de fallecimientos en Brasil, Perú y Hungría, naciones devastadas por la peste. En conclusión, y en relación a esta jineteada electoral, si todo marcha como es previsible, puede anticiparse que el gobierno está logrando amansar uno de los dos potros cimarrones –la pandemia-mediante la acertada campaña de vacunación. El otro bagual, –la inflación-, continúa bellaqueando en la pista. En el éxito de su doma, se juegan muchas cosas del futuro de la patria y el pueblo gauchos.

 

  • Datos de la campaña de vacunación: Al cierre de este informe y al corte de las 18:00- horas del día de la fecha (lunes 21/06/2021) del Monitor Público de Vacunación del Ministerio de Salud de la Nación, y del Centro de datos de Coronavirus de la Universidad John Hopkins, la última actualización arroja que:
  • Población Argentina: 45.000.000-
  • Población de riesgo inicialmente considerada: 12.500.000-
  • Población de riesgo ampliada: 15.000.000-
  • Población elegible para vacunación (mayores de 18 años): 32.500.000-
  • Dosis aplicadas globales (Mundo): 2.647.610.113-
  • Dosis aplicadas totales en Argentina: 18.331.339-
  • Proporción población Argentina/Mundo: 0,6% (45.000.000/7.500.000.000 x 100)
  • Proporción dosis aplicadas Argentina/Mundo: 0,692%
  • Dosis recibidas en Rep. Argentina: 22.584.145-
  • Dosis distribuidas a las provincias: 20.630.190-
  • Dosis distribuidas pendientes de aplicación: 2.298.851-
  • Dosis recibidas pendientes de distribución: 953.955-
  • Dosis pendientes totales: 4.252.806-
  • Personas inmunizadas (con 1 o las 2 dosis): 14.619.754- (32,488% pob. arg.)
  • Personas que recibieron la 1° dosis: 14.619.754- (32,488% pob. arg.)-
  • Personas que recibieron solo la 1° dosis: 10.908.169- (24,24% pob. arg.)-
  • Personas que recibieron 1° y 2° dosis: 3.711.585-(8,247% pob. arg.)-
  • Proporción de población inmunizada sobre primer población objetivo: (14.619.754/12.500.000 x 100 = 116,958%-)(amp./15.000.000 = 97,465%)
  • Proporción de población completamente inmunizada sobre primer pob. obj. (las 2 dosis): 3.711.585/12.500.000 = 29,692%- (amp./15.000.000 = 24,744%)
  • Proporción de población parcialmente inmunizada sobre primer población objetivo (1 dosis): 10.908.169/12.500.000 = 87,26%- (amp./15.000.000=72,72%)
  • Proporción de población inmunizada sobre población elegible: (14.619.754/32.500.000) = 44,983%-