1976–1983: La dictadura y el modelo del miedo
Con los tanques en la calle, se acabaron las dudas: la serpiente ya había salido del huevo.
El modelo económico de la dictadura cívico-militar, el neoliberalismo, no podría haberse aplicado de otra manera que no fuera con la persecución al sector obrero, dirigentes gremiales y sociales, curas, monjas, juventudes políticas, intelectuales, periodistas, estudiantes universitarios y secundarios, etc. La tortura y desaparición forzada de 30.000 compañeras y compañeros pretendió ser un factor de disciplinamiento para romper la cohesión social y dejar tierra arrasada.
La dictadura no solo secuestró, torturó y desapareció personas. También impuso un modelo económico que endeudó al país, destruyó la industria y dejó al pueblo sin trabajo.
José Alfredo Martínez de Hoz fue el ministro de Economía de los militares.
¿Su plan?
- Abrir las importaciones (y cerrar fábricas nacionales). Como la actual política de Milei
- Endeudar al país (para beneficiar a bancos y grandes empresarios). Como la actual política de Milei
- Bajar el salario real (a través de la represión y la desocupación). Como la actual política de Milei
No fue solo represión. Fue un plan económico neoliberal ejecutado con violencia.
El monto de la deuda externa neta se multiplicó por tres: en diciembre de 1979 era 8500 millones de dólares (14 por ciento del PBI) y para diciembre de 1981, 25.300 millones de dólares (42 por ciento del PBI). En apenas 15 meses la deuda externa pasó a representar de 10 al 50 por ciento del PBI.
Como dice el sociólogo Alejandro Horowicz, el salario hasta el inicio del Rodrigazo, no necesitó subsidio alguno para pagar la luz, el boleto, el combustible, es decir con lo que ganaban podían afrontar la canasta familiar. El desempleo era igual al indice de pobreza de un 4 %, el salario participaba casi el 50 % del PBI. Desde el golpe cívico-militar con la instalación total del neoliberalismo conservador, con Martinez de Oz, el salario bajo al 23 % del PBI, nunca se volvió a esa incidencia salarial con respecto al PBI, claro se intensificaron los subsidios, mejoró «la demanda agregada», era una forma de elevar el poder adquisitivo del salario, jubilaciones, etc., estos fondos salían del Tesoro Nacional, tendrían que ser parte de los salarios disminuidos que los grandes empresarios pagaban, en definitiva se subsidiaba a las grandes empresas, que luego pedían que se achique el deficit creado por estas subvenciones. Estos subsidios fueron eliminados en dos oportunidades en los últimos 10 años, (Macri-Milei) simplemente mediante decretos presidenciales de los gobiernos neoliberales. Claro, no eran derechos adquiridos, por ello fue fácil eliminarlos.
El relato continúa.
A pesar de que la dictadura asume con el discurso de bajar la inflación (pos Rodrigazo), nunca bajó del 100 por ciento en todos los años:
1976: 444,1 por ciento.
1977: 176 por ciento.
1978: 175,5 por ciento.
1979: 159,5 por ciento.
1980: 100,8 por ciento.
1981: 104,5 por ciento.
1982: 164,8 por ciento.
1983: 343,8 por ciento.