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sábado, mayo 31, 2025

Informe económico mensual

Hacemos un relevamiento de indicadores macro de alta significación, pero es sólo una parte de la realidad  económica, los múltiples procesos que se van encadenando en la economía hace que seamos cautos en las afirmaciones, además como dirían algunos economistas de talla “es necesario alcanzar antes una justa distribución de la renta y de la propiedad y en señalar que la desigualdad no solo hace al sistema injusto sino también ineficaz” pero también agregan “que falta un método aceptado y convencional para eliminar errores”. O sea no es fácil.

En este documento incluimos datos que nos permitirán hacer un seguimiento mensual o trimestral, teniendo como horizonte el 2025 y 2026. En un próximo documento incluiremos información monetaria y fiscal con el mismo objetivo.

Considerando algunas variables importantes en la actividad económica Argentina podemos destacar VARIOS puntos y además agregamos algunos datos publicados por el FMI: IMF Country Report No. 25/95.

Para completar comentarios del FMI con la aprobación del Acuerdo Extendido de US$20.000 millones a 48 meses. El extenso documento del FMI se puede resumir parcialmente en los siguientes puntos:

·        “Las prioridades de política se centrarán en mantener un anclaje fiscal sólido, la transición hacia un régimen monetario y cambiario más sólido, con mayor flexibilidad del tipo de cambio, y avanzar en las reformas para fomentar la productividad, la competitividad y el crecimiento”. La mayor flexibilidad estaría dada por las bandas.

·        Por las dudas: “el personal técnico evalúa que la deuda de Argentina sigue siendo «sostenible, pero no con alta probabilidad«. O sea no sé y veremos.

·        Tocando madera: “Se prevé que el TCER (Tipo Real) converja gradualmente a un nivel coherente con los fundamentales a medio plazo, en el contexto de una mayor flexibilidad del mercado de divisas y de una cuidadosa eliminación de las restricciones cambiarias restantes”. Todo eso, no parece poco de lograr y armonizar.

·        Siempre se acuerdan: “Argentina ha sido el mayor usuario de recursos del FMI desde 2018”.  Por las dudas, cuidarlo.

·        Pero el FMI reconoce que la actual situación internacional: “llevaría a un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y a la caída de los precios de las materias primas durante algún tiempo, lo que afectaría negativamente el crecimiento y las perspectivas externas de Argentina”. Sería una macana que eso ocurriera, pero puede ocurrir.

·        “Política fiscal. El programa se basa en la aplicación continua del ancla de equilibrio fiscal general de las autoridades, en consonancia con el aumento del superávit primario de alrededor del 1:1/4% del PIB este año a alrededor del 2:1/2% del PIB a mediano plazo. Esta mejora subyacente se verá respaldada por el gasto continuo en medidas de disciplina y eficiencia, así como reformas bien secuenciadas de los sistemas tributario, de participación en los ingresos y de pensiones”. De todo. ¿Reforma previsional? En qué momento.

·        “Bajo el nuevo marco cambiario, el tipo de cambio flotará inicialmente dentro de una banda cambiaria lo suficientemente amplia como para permitir la determinación de precios, con las compras de divisas dentro de la banda consistentes con los objetivos de acumulación de reservas. Además, el actual techo de base monetaria amplia será reemplazado por un marco monetario agregado convencional junto con límites estrictos a los activos internos netos del BCRA. Las tasas monetarias de corto plazo desempeñarán un papel más activo para respaldar estos marcos en estrecha coordinación con el Tesoro”. Pajarito.

·        Habemus Reservas. Tendremos humo blanco.

·        El plan de estabilización ha dado resultados impresionantes”. Juicios y prejuicios.

·        “La estricta disciplina fiscal sigue siendo la principal ancla de la política”.

Agregamos algunos números planteados para el 2025 y 2026 por el FMI y estimaciones que entendemos necesarias para que el plan Milei, Trump y el FMI, funcione. Es lo que iremos siguiendo en los próximos meses.

Tanto los números de las Reservas como los de Comercio Exterior y del Balance de Pagos son los propuestos por el FMI para el 2025 y 2026, con algunas pequeñas modificaciones. Los anteriores números (hasta el 2024) de cada indicador son simplemente los observados publicados por el BCRA, Indec y otros.

Los que corresponden al 2025 y 2026 tipo de cambio, al tipo de cambio real y al riesgo país, son conjeturas propias sobre las siguientes observaciones:

·        El tipo de cambio real se mantiene relativamente en los valores actuales (abril 2025), si disminuyeran fuertemente sería un problema y si aumentan fuertemente también. Si el tipo de cambio nominal se eleva, podemos suponer que el ITCRM también, o sea se deprecia, mejoran las exportaciones, pero seguramente cae el salario real y dificulta las importaciones. Lo contrario es si el ITCRM se aprecia, o sea si disminuye produce otros efectos, aun cuando puede aumentar el salario en dólar (comprar en el exterior), pero tengamos en cuenta que la gente gana en pesos y compra en peso en el país.

·        El Riesgo País en baja es lo necesario para tomar fondos del exterior si los dólares genuinos no alcanzaran o los atesorados sigan en esa condición. Siempre fue una dura espina, en los últimos seis años valores elevados, o sea imposible de tomar un préstamo en el exterior por las elevadas tasas.

·        Y el precio de las materias primas sigue volando muy bajo. Recientemente el Banco Mundial prevé bajas fuertes, según dice puede que caigan este año un 12,4 % y en 2026 un 4,8 % adicional, su nivel más bajo en seis años.

·        ¿Dilema? El tipo de cambio está apreciado. Si vemos los números del dólar y el IPC la diferencia a favor del IPC es aproximadamente del 20 %. Podemos pensar que si el IPC crece lentamente o el dólar acelera, se aproximan. Es una conjetura que parece que no le gusta a Milei.

De lo contrario disponemos de Murphy: Todo lo que puede salir mal, seguro que saldrá mal.

En el documento destacamos la importancia en las exportaciones del sector agropecuario como generador de divisas. Esto es de absoluta significación, prácticamente los otros sectores (no agropecuarios) que presentan saldos positivos son exiguos.

Las importaciones cubren un amplio espectro, entre los que más se destacan “Máquinas y aparatos eléctricos y sus partes”, otros importantes “Productos de la industria química”, “Plásticos y sus manufacturas, caucho y otros”, “Metales comunes y manufacturas” y “Material de transporte” más otros muchos que sostienen saldos negativos.

No se observan cambios significativos en los últimos 20 años, ni en estructura de las exportaciones ni de las importaciones, la excepción (para las importaciones) que recién aparece en el 2024 corresponde a “Productos Minerales”, de negativo a positivo, suponemos que ocurrirá lo mismo en el 2025 y siguientes.

De los cuatro indicadores considerados en el documento el “saldo de exportaciones menos importaciones” es el que muestra acumulados anuales mayormente positivos, salvo el periodo del 2015 al 2018.

Reservas brutas BCRA, Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, Fuga de Capitales del Balance Cambiario arrojan la particularidad que todos los últimos gobiernos finalizan con saldos acumulados negativos y lo inicia el gobierno siguiente con valores negativos. En el caso de Milei también lo inicia con valores negativos.

El menor Riesgo país no alcanzó a disminuir fugas, en el periodo más reciente la aplicación del CEPO (2019) logró aplacar salidas. Pero también resulta evidente que cuando ITCRM se deprecia, aumenta la caída de las Reservas, en algunos casos con violencia. Aunque el trasfondo es mayormente con apreciación del ITCRM. O sea no hay una regla clara para un indicador.

Pero ahora se inicia lo que Milei y el FMI consideran como tercera etapa. Muchas cuestiones estarán por verse, algunas en lo inmediato y otras en un corto y mediano plazo.

Pareciera que el elemento fundamental consistirá en que los exportadores liquiden y que se apacigüen las ganas de guarecerse en los dólares, que el Riesgo disminuya, que el superávit fiscal se mantenga y el ITCRM no se vaya a pique, aun con Trump. Todo por delante.

Hacemos un relevamiento de indicadores macro de alta significación, pero es sólo una parte de la realidad  económica, los múltiples procesos que se van encadenando en la economía hace que seamos cautos en las afirmaciones, además como dirían algunos economistas de talla “es necesario alcanzar antes una justa distribución de la renta y de la propiedad y en señalar que la desigualdad no solo hace al sistema injusto sino también ineficaz” pero también agregan “que falta un método aceptado y convencional para eliminar errores”. O sea no es fácil.

En este documento incluimos datos que nos permitirán hacer un seguimiento mensual o trimestral, teniendo como horizonte el 2025 y 2026. En un próximo documento incluiremos información monetaria y fiscal con el mismo objetivo.

Considerando algunas variables importantes en la actividad económica Argentina podemos destacar VARIOS puntos y además agregamos algunos datos publicados por el FMI: IMF Country Report No. 25/95.

Para completar comentarios del FMI con la aprobación del Acuerdo Extendido de US$20.000 millones a 48 meses. El extenso documento del FMI se puede resumir parcialmente en los siguientes puntos:

·        “Las prioridades de política se centrarán en mantener un anclaje fiscal sólido, la transición hacia un régimen monetario y cambiario más sólido, con mayor flexibilidad del tipo de cambio, y avanzar en las reformas para fomentar la productividad, la competitividad y el crecimiento”. La mayor flexibilidad estaría dada por las bandas.

·        Por las dudas: “el personal técnico evalúa que la deuda de Argentina sigue siendo «sostenible, pero no con alta probabilidad«. O sea no sé y veremos.

·        Tocando madera: “Se prevé que el TCER (Tipo Real) converja gradualmente a un nivel coherente con los fundamentales a medio plazo, en el contexto de una mayor flexibilidad del mercado de divisas y de una cuidadosa eliminación de las restricciones cambiarias restantes”. Todo eso, no parece poco de lograr y armonizar.

·        Siempre se acuerdan: “Argentina ha sido el mayor usuario de recursos del FMI desde 2018”.  Por las dudas, cuidarlo.

·        Pero el FMI reconoce que la actual situación internacional: “llevaría a un endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y a la caída de los precios de las materias primas durante algún tiempo, lo que afectaría negativamente el crecimiento y las perspectivas externas de Argentina”. Sería una macana que eso ocurriera, pero puede ocurrir.

·        “Política fiscal. El programa se basa en la aplicación continua del ancla de equilibrio fiscal general de las autoridades, en consonancia con el aumento del superávit primario de alrededor del 1:1/4% del PIB este año a alrededor del 2:1/2% del PIB a mediano plazo. Esta mejora subyacente se verá respaldada por el gasto continuo en medidas de disciplina y eficiencia, así como reformas bien secuenciadas de los sistemas tributario, de participación en los ingresos y de pensiones”. De todo. ¿Reforma previsional? En qué momento.

·        “Bajo el nuevo marco cambiario, el tipo de cambio flotará inicialmente dentro de una banda cambiaria lo suficientemente amplia como para permitir la determinación de precios, con las compras de divisas dentro de la banda consistentes con los objetivos de acumulación de reservas. Además, el actual techo de base monetaria amplia será reemplazado por un marco monetario agregado convencional junto con límites estrictos a los activos internos netos del BCRA. Las tasas monetarias de corto plazo desempeñarán un papel más activo para respaldar estos marcos en estrecha coordinación con el Tesoro”. Pajarito.

·        Habemus Reservas. Tendremos humo blanco.

·        El plan de estabilización ha dado resultados impresionantes”. Juicios y prejuicios.

·        “La estricta disciplina fiscal sigue siendo la principal ancla de la política”.

Agregamos algunos números planteados para el 2025 y 2026 por el FMI y estimaciones que entendemos necesarias para que el plan Milei, Trump y el FMI, funcione. Es lo que iremos siguiendo en los próximos meses.

Tanto los números de las Reservas como los de Comercio Exterior y del Balance de Pagos son los propuestos por el FMI para el 2025 y 2026, con algunas pequeñas modificaciones. Los anteriores números (hasta el 2024) de cada indicador son simplemente los observados publicados por el BCRA, Indec y otros.

Los que corresponden al 2025 y 2026 tipo de cambio, al tipo de cambio real y al riesgo país, son conjeturas propias sobre las siguientes observaciones:

·        El tipo de cambio real se mantiene relativamente en los valores actuales (abril 2025), si disminuyeran fuertemente sería un problema y si aumentan fuertemente también. Si el tipo de cambio nominal se eleva, podemos suponer que el ITCRM también, o sea se deprecia, mejoran las exportaciones, pero seguramente cae el salario real y dificulta las importaciones. Lo contrario es si el ITCRM se aprecia, o sea si disminuye produce otros efectos, aun cuando puede aumentar el salario en dólar (comprar en el exterior), pero tengamos en cuenta que la gente gana en pesos y compra en peso en el país.

·        El Riesgo País en baja es lo necesario para tomar fondos del exterior si los dólares genuinos no alcanzaran o los atesorados sigan en esa condición. Siempre fue una dura espina, en los últimos seis años valores elevados, o sea imposible de tomar un préstamo en el exterior por las elevadas tasas.

·        Y el precio de las materias primas sigue volando muy bajo. Recientemente el Banco Mundial prevé bajas fuertes, según dice puede que caigan este año un 12,4 % y en 2026 un 4,8 % adicional, su nivel más bajo en seis años.

·        ¿Dilema? El tipo de cambio está apreciado. Si vemos los números del dólar y el IPC la diferencia a favor del IPC es aproximadamente del 20 %. Podemos pensar que si el IPC crece lentamente o el dólar acelera, se aproximan. Es una conjetura que parece que no le gusta a Milei.

De lo contrario disponemos de Murphy: Todo lo que puede salir mal, seguro que saldrá mal.

En el documento destacamos la importancia en las exportaciones del sector agropecuario como generador de divisas. Esto es de absoluta significación, prácticamente los otros sectores (no agropecuarios) que presentan saldos positivos son exiguos.

Las importaciones cubren un amplio espectro, entre los que más se destacan “Máquinas y aparatos eléctricos y sus partes”, otros importantes “Productos de la industria química”, “Plásticos y sus manufacturas, caucho y otros”, “Metales comunes y manufacturas” y “Material de transporte” más otros muchos que sostienen saldos negativos.

No se observan cambios significativos en los últimos 20 años, ni en estructura de las exportaciones ni de las importaciones, la excepción (para las importaciones) que recién aparece en el 2024 corresponde a “Productos Minerales”, de negativo a positivo, suponemos que ocurrirá lo mismo en el 2025 y siguientes.

De los cuatro indicadores considerados en el documento el “saldo de exportaciones menos importaciones” es el que muestra acumulados anuales mayormente positivos, salvo el periodo del 2015 al 2018.

Reservas brutas BCRA, Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, Fuga de Capitales del Balance Cambiario arrojan la particularidad que todos los últimos gobiernos finalizan con saldos acumulados negativos y lo inicia el gobierno siguiente con valores negativos. En el caso de Milei también lo inicia con valores negativos.

El menor Riesgo país no alcanzó a disminuir fugas, en el periodo más reciente la aplicación del CEPO (2019) logró aplacar salidas. Pero también resulta evidente que cuando ITCRM se deprecia, aumenta la caída de las Reservas, en algunos casos con violencia. Aunque el trasfondo es mayormente con apreciación del ITCRM. O sea no hay una regla clara para un indicador.

Pero ahora se inicia lo que Milei y el FMI consideran como tercera etapa. Muchas cuestiones estarán por verse, algunas en lo inmediato y otras en un corto y mediano plazo.

Pareciera que el elemento fundamental consistirá en que los exportadores liquiden y que se apacigüen las ganas de guarecerse en los dólares, que el Riesgo disminuya, que el superávit fiscal se mantenga y el ITCRM no se vaya a pique, aun con Trump. Todo por delante.

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