Nuestra inflación siempre da que hablar, incluso se ha vuelto noticia a nivel internacional en la comparación con recientes subas en otros países. Se supone que febrero y meses siguientes deberían mostrar algo similar. Como simple consuelo muchos países se despiertan con niveles de inflación que no observaban desde hace años.
El nivel de inflación produce pesadillas a las que nos vamos acostumbrando, tanto sea mirando el porcentaje mensual como los 12 meses de los diversos IPC. En enero el promedio de los IPC considerados alcanzó el 3.9 %. En tanto el acumulado en los 12 meses del 2021 fue del 51 %. Pero para no quedar atrás, enero de 2022/ enero 2021 da cuenta del 50 %. Ver el primer cuadro.
En este último mes de enero, Alimentos contribuyó fuertemente a lo observado en el capítulo Nivel General por cuanto aumentó el 4.2 % en el promedio que consideramos.
El BCRA despliega el arsenal disponible o posible para contener el dólar oficial mayorista y para que el CCL no agrande la brecha. Pero le cuesta y le duele en lo más íntimo y los hace transpirar. La novedad es que se puso en marcha lenta la suba del dólar, algo es algo y toco la tasa de interés, el otro algo.
Quedó muy lejos la conjetura inflacionaria 2021 del ministro Guzmán. Ahora todos miran lo pronosticado para el 2022 y de reojo al FMI. La inercia de los precios le pone una vara alta a la variación, es lo que siempre decimos, casi como la canción: “Cuando los santos vienen marchando”, si quiero estar en ese número.
El dólar oficial mayorista alcanzó los $ 104.0, con aumentos del 2.1 % en el mes y el 21,1 % en el periodo de 12 meses. La brecha en enero con otros dólares está por encima del 100 %. El dólar implícito (Base Monetaria + Títulos Emitidos) también da cuenta de esta situación. Verlo en el gráfico. La brecha aparece como una gran herida.
El Riesgo País promedio enero en 1.840 puntos representa una cifra dura. Nos pone fuera del sistema, pero si bien no los graficamos, se observa en estos días una disminución.
El Índice Tipo de Cambio Real Multilateral del Banco Central de la República Argentina (ITCRM) mide el precio relativo de los bienes y servicios de nuestra economía (no se incluyen primarios y otros) con respecto a países con los cuales se realizan transacciones comerciales. Desde finales del 2020 fue disminuyendo, ver el gráfico. O sea se pierden posiciones en términos de competencia.
Preguntas reiteradas, especialmente en el inicio de un nuevo año: 1) ¿Mantendrá el BCRA el ritmo de devaluación que viene mostrando? Podemos sí reconocer que en enero el BCRA levantó la mira. 2) La brecha actual no es cómoda ni para el gobierno ni para los privados empresarios ni para los consumidores, ¿qué camino se seguirá? 3) ¿Logrará finalmente Comercio doblegar la resiliencia de los precios de productos? 4) ¿La inercia inflacionaria impondrá nuevas anclas? ¿Cuáles? 5) Finalmente, no podemos dejar de preguntarnos: ¿Cómo termina la negociación con el FMI, cuándo y cómo quedamos en los próximos años? Por ahora parece que lo prioritario es la firma. En los próximos años, continuará el tema.
Inodoro Pereyra y Mendieta están siempre atentos a los nuevos o a los aparentes descubrimientos, especialmente si se refieren a la creación de riqueza. Habían leído sobre la “fórmula con previsión perfecta y riesgo nulo del mercado” que inventaron nada menos que dos premios Nobel (1997) de Economía: Robert C. Merton y Myron S. Scholes. Como matemáticos que eran además crearon un “modelo infalible para los mercados de opciones”, fueron también los patrocinadores de un fondo de inversión Long-Term Capital Management L.P. Algo así como fórmula y teorema emulando una piedra filosofal (todo lo que tocaba se transformaba en oro). Es así como en esta historia nos enseñan Inodoro y Mendieta que no todo lo que brilla es oro.
Se encuentran Inodoro y Mendieta en el medio de la pampa con un explorador que buscaba la piedra filosofal, allá lejos en Conchilaló.
Inodoro: “Y también la usaba como piedra de afilar”.
Explorador: “¿Cómo?”
Inodoro: “Creía que, como era filosofal, sacaba filo”.
Explorador: “¡Dios mío! ¡Esa piedra transforma los metales en oro!”.
Inodoro: “¡Con razón se me ponían amarillos los cuchiyos! ¡Yo creí que me los oxidaba y la tiré al diablo!”.
Mendieta: “La fortuna yamó a nuestra puerta, y no le abrimos…”.
Inodoro: “Es que con esta inseguridá, no se le puede abrir a cualquiera”.
Como siempre dan claros ejemplos de cómo funcionan algunas cuestiones económicas. Inodoro y Mendieta tenían claro que no es soplar y hacer botellas. De paso también estaban atentos a la seguridad. La moraleja contempla que el fondo Long-Term Capital Management L.P dejó el tendal de damnificados, pero por suerte la Reserva Federal de USA salvó las papas. Inodoro y Mendieta lo sabían, pero no contaban con la seguridad del respaldo de la Reserva Federal. Entonces violín en bolsa y tiraron la piedra.