Como siempre contamos con algunas referencias de escritores y pensadores que nos ayudan a dimensionar hechos y circunstancias históricas.

En el título de un libro de Fontanarrosa dice Inodoro Pereyra: ¡10 años, Mendieta! Y Mendieta responde: ¡Que lo parió! Son 10 años para alcanzar a cubrir lo perdido entre los años 2009 y 2020. Esto se puede alcanzar con tasa de crecimiento del PBI del 2.6% en el 2031. Notable predicción del macroeconomista Inodoro Pereyra, y esto lo pensó allá por 1993.

En El Desierto de los Tártaros, de Dino Buzzati, el protagonista principal de la novela es Giovanni Drogo, un joven teniente que envían al viejo fuerte llamado La Fortaleza, ubicado frente a un extenso desierto. Allí se espera al enemigo desde hace muchísimos años y lo único que se percibe son algunos puntos negros que parecen moverse a mucha distancia. “Por los tártaros han alzado las murallas de la Fortaleza, consumen allá arriba grandes porciones de vida, por los tártaros los centinelas caminan noche y día como autómatas. Unos alimentan esa esperanza con nueva fe cada mañana, otros la conservan oculta en lo más hondo, otros ni siquiera saben que la poseen, creyendo haberla perdido. Pero nadie tiene el valor de mencionarla; parecería un mal augurio, y sobre todo parecería confesar los propios y más queridos pensamientos, y a los soldados eso les avergüenza”. Siempre esperando y soñando con ser héroe, Drogo envejece y enferma en La Fortaleza. Uno de los pasajes finales es muy significativo: “Pero después algo pasó por su cabeza: ¿y si todo fuera un engaño? ¿Y si su valor no fuera sino una borrachera?” Pero se convence de que no es así y sonríe. ¿Tiene esto que ver con la macroeconomía? Las diferencias entre los teóricos suelen llevar a posiciones muy duras y confrontadas. “En términos psicológicos, se dice que los neuróticos construyen castillos en el aire; la diferencia con los psicóticos es que estos últimos viven en ellos. En macroeconomía, decimos algo parecido: quienes creen en ciertas hipótesis y “viven” en sus modelos, no siempre saben distinguir los supuestos en los que se basan de la realidad misma. Esto va para un lado y para otro”. Tomado de un comentario sobre el libro de Roman Frydman and Michael D. Goldberg: “Macroeconomic Theory for a World of Imperfect Knowledge” (Teoría macroeconómica para un mundo de conocimiento imperfecto), por Adrián Ravier. Por eso la recomendación de política económica es de por lo menos evitar las grandes fluctuaciones y no tanto atarse a modelos con predicciones precisas, sobre todo en un país como la Argentina con alta volatilidad y la incertidumbre flotando. No es fácil todo esto y siempre termina en discusiones
abiertas, despertando pasiones.

Un libro que venimos siguiendo: Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu: dice Maquiavelo; “Me temo que abriguéis ciertos prejuicios con respecto a los empréstitos; son valiosos en más de un sentido: vinculan las familias al gobierno; constituyen excelentes inversiones para los particulares, y los economistas modernos reconocen formalmente en nuestros días que, lejos de empobrecer a los Estados, las deudas públicas los enriquecen. ¿Me permitís que os explique cómo?”. Montesquieu responde: “No, porque creo conocer esas teorías. Puesto que siempre habláis de tomar en préstamo y jamás reembolsar, quisiera saber ante todo a quién pensáis pedir tantos capitales, y con qué motivos los solicitaréis”. La discusión es profunda y los mecanismos para lograr empréstitos son diversos. Por lo visto el tiempo actualiza los argumentos.

Informe económico mensual enero febrero 2021