Escribo estas palabras en homenaje a mi padre un domingo a la 19 hs, esos momentos en que todo se vuelve gris. Mi proceso de duelo mejora día a día, aunque lo reconozco en cada paso que doy por esta ciudad, en los lugares a los que concurro, en los comentarios de mis hijas y mi madre. Siempre estuvo presente en mi vida, aunque éramos independientes. Lo recuerdo acompañándome en los momentos fundamentales: en mis accidentes cuando era pequeña, en el nacimiento de mis hijas y en mi divorcio por violencia de género. Estaba también en momentos risueños, en las vacaciones, cuando me recibí de abogada, cuando hice mis posgrados becada como docente en nuestra universidad, la UBA. Me dio los mejores consejos, que no estudie en una universidad de élite sino en una pública, que estudiase alemán, siempre pagaba los mejores institutos privados de idiomas y mis viajes de estudios a Europa.
Soy una mujer privilegiada, y él me decía que siempre tenga en cuenta a los más necesitados, y lo ejemplificaba cuando les regalaba nuestra carpa a los compañeros vulnerados de los asentamientos y tantas otras cosas más.
Acompañarlo a militar era verlo en su faceta más gloriosa, esa que le daba más placer. Verlo en la city porteña era otro lujo, donde todos lo reconocían y le preguntaban por el valor del dólar en el futuro.
Era un asesor privilegiado de políticos, empresarios y sindicalistas. Hacía mucho más de lo que decía, su última lucha fue la del Consejo de Económicas de CABA, dónde dejo una joven profesional que representa muy bien a los matriculados.
Otra de sus grandes pasiones era el club Lanús, esa que había heredado de su padre Roberto Pignanelli, así como la bandera del peronismo. Llevaba el análisis económico en la sangre. Su visión sobre la política era excepcional, era un armador intuitivo.
A veces pienso que estas son las últimas palabras que le escribo pero creo que su legado nos impregna a todos y todas. Le agradezco tantas cosas que ha hecho por mí y por mis hijas, también por mis hermanos y sobrinos. Un amigo suyo me dijo que lo recordaríamos por las cosas buenas que nos dejó y creo que eso es algo indudable.
Mi Amigo con mayúscula se extraña, recuetdo q siempre estaba dispuesto a dar una mano, un consejo, una solucion, un apoyo. Sabia q con el se contaba, para la palabra justa y apropiada . Bregaba por todos, por la union y el bienestar , no solo por su flia, sus amigos, por los necesitados. Su inteligencia superior se añora, su respuesta inteligente y desinteresada. No alcanzan las palabras para un hombre de bien que tambien le dejo un gran ejemplo de luchador a su querido pais. Fuiste y sos un ser recordado y querido como nadie para los q tuvimos el honor de considerarnos tus AMIGOS.
.
Comments are closed.