Mientras recolectaba información para el presente documento, sucedieron acontecimientos trascendentes. Por un lado la invasión a Ucrania por parte de Putin (para no involucrar a todos los rusos). La síntesis y mejor lectura sobre el asunto le pertenece a Inodoro Pereyra en dialogo con Mendieta, cuando suelta con ironía: “¡Que suerte! En una de esas nos matan pero no nos roban”. Ahora este pensamiento podemos parafrasearlo así: “En una de esas nos invaden y nos matan, pero no nos roban”. Y no agregamos más comentarios esperando la paz.
El otro acontecimiento fue el acuerdo con el FMI, parcial por el momento, falta la aprobación del Congreso, del Directorio del Fondo y luego las 10 revisiones que tardarán dos años y medio. De alguna manera lo del FMI nos llevó a intentar confeccionar el documento pensando en posibles variables que serán tenidas en cuenta. En la medida que se sucedan las revisiones, trataremos de ir siguiendo los números que aparecen en el memorando de entendimiento. Con la información elevada al Congreso como “Memorando de Políticas Económicas y Financieras” y el “Memorando Técnico de Entendimiento”, se puede decir que el acuerdo es más “liviano” que los anteriores. No se observan marcas apretadas; sí, por supuesto, un largo decálogo de condiciones.
Veamos algunas:
Según el discurso de Fernández del primero de marzo: “La inflación es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento. Sin ninguna duda es también la principal preocupación y el principal desafío del Gobierno. Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados coordinadamente”. Esto último es así, pero encontrar la solución con el Fondo o sin él llevará años. Los números volcados en el acuerdo son elevados. Supongo que pensarán que bajando los subsidios se elevan las tarifas y eso impacta en la inflación, entre otras razones. La inflación perdura y nos acostumbramos.
El texto remitido al Congreso contiene buenas expresiones y esperamos que se puedan cumplir para que las revisiones tengan luz verde. Hasta el momento son pocos los cuadros con números publicados. Se conocerán con el informe o reporte que eleven los técnicos del FMI al Directorio y en las distintas revisiones. Seguramente dichos técnicos del FMI, que hasta donde sabemos no estuvieron en el país, lo harán o lo hicieron a la distancia. No querrán correr riesgos de errores en las proyecciones, la experiencia del anterior acuerdo está presente. Pero en algún momento las mismas serán publicadas y podremos apreciarlas y compararlas.
Con referencia al acuerdo del gobierno anterior, conjeturo que los vencimientos de capital propuestos en su oportunidad llevaban la consigna de su segura refinanciación. De lo contrario no se entienden. La realidad es que el Acuerdo Stand By suscripto en el 2018 debe ser renovado, ya que como consecuencia de los problemas caídos del cielo sufrió una serie de parches y reciclamientos que no alcanzaron los objetivos buscados. También se debe pensar que otra historia con el FMI comienza luego en el 2026, siempre sujeta a todos los avatares. Obviamente se debe incluir la invasión a Ucrania, que afecta la economía del mundo y a los números que nos corresponden.
En este documento hacemos un repaso de indicadores de mucha significación, los gráficos con los datos sobre cuestiones fiscales, de comercio exterior, monetarios o de reservas. Espero sean de utilidad.
Como ya mencionamos a Inodoro (el comentario del inicio se lo hizo a Mendieta), tomaremos la reflexión que hace Fernando Savater en el prólogo del libro “Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu” de Maurice Joly: “Maquiavelo recomienda siempre el terror como antídoto eficaz contra la revolución o democracia: terror a la anarquía y a la inseguridad en la política interior, terror a la bancarrota en política económica y terror a la guerra internacional en política exterior”. Montesquieu, en tanto, prepara la réplica. A varios les cabe el sayo. Cuando se escribió el libro, allá por 1864, no existía la “disuasión nuclear”, un paso adelante de Maquiavelo. No obstante sin esto último reflexiona Savater: “No olvidemos que hasta en el infierno se alzó contra Maquiavelo la objeción y la protesta”.