El Gobierno ha afrontado la pandemia con un Estado quebrado por el sobreendeudamiento que legó el macrismo. No obstante, logró impedir un colapso del sistema de salud y una oleada de hambre por las restricciones que el virus le impone a la actividad. Trabajosamente, ha logrado inocular más de 17 millones de dosis y pronostica un avance más veloz en la cobertura de la totalidad de la población en los próximos meses.
Las perspectivas para la primavera son de superación del impacto que provocó la “segunda ola” del Covid-19 y la recuperación firme de la economía por la normalización de la producción y el consumo.

La posibilidad cierta que el Gobierno supere la tragedia del virus global y clausure además la crisis autoinfligida por la gestión de Macri, ha disparado el aumento de la virulencia, ya intensa, de la oposición.
Sin embargo, se advierte cierto desplazamiento desde el terreno político-sanitario hacia la economía.
La designación, no sin tensiones, de Daniel Funes de Rioja al frente de la Unión Industrial Argentina no perfila una señal conciliadora hacia el Gobierno, en un marco de cierta tensión inflacionaria. Funes de Rioja es el actual presidente de la Coordinadora de Productores de Alimentos (CopAl), rubro que más ha incidido en la suba de precios desde que asumió el gobierno de la coalición peronista, tal como lo refleja el cuadro siguiente:
Canasta Básica Alimentaria-Hogar de 4 Integrantes
Cifras en $ – diciembre 2019 = base 100