La relación entre opinión pública y política exterior ha sido objeto de investigación y debate en los estudios internacionales. El rol, la gravitación y el efecto de la opinión ciudadana en la política internacional ha recibido especial atención de especialistas y tomadores de decisión. Una de las fuentes principales para aproximarse al tema han sido las encuestas.
La interpretación acerca del vínculo opinión pública-política exterior ha evolucionado notablemente. Hace varias décadas se asumía que la gente común no tenía un juicio informado sobre los asuntos internacionales.
Se creía que la gente entendía poco de la política mundial debido, en parte, a la primacía de la política doméstica. Se decía también que la gente se expresa de modo emocional y volátil y que sus opiniones carecían de real influencia.
Las élites asumían que esas carencias de la gente les evitaban condicionamientos en el manejo externo y que la pasividad de la opinión ciudadana les permitía moldearla de acuerdo con los objetivos del gobierno de turno.
De esa mirada surgió un corolario tajante: en lo internacional la opinión pública sigue al líder y eso contribuye a asegurar un amplio margen de maniobra en política exterior.
Con el tiempo estos supuestos y concepciones variaron. Se advirtió que la población tiene ideas más estables y coherentes de lo que se presumía, que la interdependencia entre las naciones ha estimulado un cierto conocimiento del mundo y su impacto en la vida cotidiana, que la polarización interna ha derramado a la agenda externa, que las demandas de transparencia y rendición de cuentas incluyen aspectos de la praxis en política exterior y que los líderes no pueden prescindir del apoyo activo de la ciudadanía en el campo internacional.
En breve, hoy se reconoce que la opinión publica tiene principios y preferencias y la incidencia de la ciudadanía obliga a los líderes a recalcular el nexo entre opinión pública y política exterior.
En ese sentido, las encuestas sobre la mirada de la ciudadanía argentina frente a Estados Unidos y China, referencia indispensable tanto para el gobierno como para la oposición, ofrecen datos muy interesantes. En las encuestas del prestigioso Pew Research Center en 2006 apenas el 10% tenía confianza en el presidente de China. Ese porcentaje subió a 35% en 2019, mientras que la confianza en el presidente de EE.UU. pasó de 61% en 2009 a 32% en 2019. Asimismo, en 2008, el 53% de los argentinos consideraba que Estados Unidos era el mayor poder económico mundial. Ese porcentaje cayó al 37% en 2019. En términos comparados, la percepción favorable de Estados Unidos osciló entre 16%, en 2007, y 43% en 2015, llegando a 41% en 2019. Para el caso de China, la percepción favorable varió entre 32% en 2007 y 54% en 2013, llegando a 47% en 2019.
En una encuesta de octubre de 2018, la preferencia por un liderazgo mundial de Estados Unidos o de China era de 33% y 35%, respectivamente. En diciembre de 2019, el 54% opinaba que el crecimiento económico de China era positivo. En otra encuesta de diciembre de 2019, el 15% creía que Estados Unidos era un aliado fiable, al tiempo que en el caso de China el porcentaje era del 7%. Adicionalmente, EE.UU. aparecía como la mayor amenaza para el 40% de los argentinos y China lo era para el 5%.
Según la encuesta de Latinobarómetro de 2018, la imagen positiva (muy buena y buena) de Estados Unidos fue de 48% y la de China de 59%, mientras la imagen negativa (muy mala y mala) fue 41% y 20%, respectivamente. Según una encuesta de CADEM en Chile el 51% de los argentinos opinaba favorablemente de China y 45% opinaba de esa manera de Estados Unidos.
De acuerdo con la encuesta de abril de 2020 del Argentina Project del Wilson Center y Poliarquía, la imagen positiva de Estados Unidos fue de 49% y la de China de 53%, mientras la imagen negativa respectiva fue 46% y 36%.
En breves notas de diciembre de 2020 del Latin American Public Opinion Project (LAPOP) de la Universidad de Vanderbilt que recogían los resultados de la encuesta 2018-19, la Argentina ocupa el segundo lugar en América Latina en cuanto a confianza en el gobierno de China con un porcentaje de 59.9% y el decimotercero en cuanto a la confianza en el gobierno de EE.UU. con un porcentaje de 30.8%.
Un estudio del 15 de junio de 2021 de Scott Morgenstern y Asbel Bohiges publicado por el Latin American Research Review y que analiza las encuestas de LAPOP sugiere que en Latinoamérica—Argentina incluida– “la ideología explica el apoyo a Estados Unidos, pero no a China” en gran medida porque Beijing apela a un espectro político más amplio en los países.
En breve, la opinión pública nacional parece considerar que: a) existe un declive gradual de Estados Unidos y un avance paulatino de China y b) prevalece una relativa paridad en el liderazgo de Washington y Beijing en el mundo, pero no los acoge como aliados fiables para el país. Además, en términos generales, percibe con más desconfianza a Estados Unidos y con mejor imagen a China quizás, entre otras cosas, por lo que fue la administración de Donald Trump y por el aumento de las relaciones económicas con China. Por último, parece claro que los argentinos no optan por un plegamiento a Washington o a Beijing.
Hoy sabemos del interés y la influencia de la opinión pública en la toma de decisiones en asuntos internacionales. Entender estos datos parece una tarea imprescindible para la dirigencia nacional.
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