En la expansión…

En la larga fase expansiva del ciclo que empezó en la posguerra, el dólar tuvo completo respaldo en las tenencias de oro de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), ya que en 1944, en Bretton Woods, se adoptó un patrón oro en que el dólar mantenía una relación fija con el metal y los demás países debían fijar el precio de sus monedas en referencia al dólar. .

En los años setenta, la amplia acumulación de capital y de la producción, así como los gastos de la guerra de Vietnam y el déficit comercial de Estados Unidos exigió un respaldo más amplio que no podía ser cubierto con metales preciosos, Nixon implantó en 1973 un dólar sin relación fija con el oro y poco después lo convirtió en una moneda fiduciaria (se les tiene fe) de tipo fiat, llamadas monedas de reserva porque pueden ser usadas como reserva de otras monedas y se apoyan en otras monedas de la misma característica pero no en deuda.

Más adelante tanto el dólar como las otras divisas perdieron su carácter fiat y pasaron a ser monedas fiduciarias, como todas las monedas, pero la diferencia de las divisas es que conservan su carácter de monedas de reserva 

La continua expansión de los capitales y la producción exigió una base monetaria más amplia y para posibilitarla y facilitarla sin los dólares regulados de la Fed, en Europa se estableció el mercado desregulado de los eurodólares y ya ese tipo de expansión financiera no se detuvo.

…en la recesión

Con el inicio de la fase larga recesiva por la menor ganancia de los capitales productivos, el aumento del mercado financiero fue un atractivo para que los capitales empezaran a invertirse en gran escala en ellos y se terminaron expandiendo mucho más que el PBI mundial. Encima se crearon los derivados de esos medios financieros, que no tienen ningún control y  terminaron  fomentando la inversión financiera de todo tipo.

La lógica de la valorización financiera ficticia

Con el tiempo, la valorización ficticia como vehículo principal de valorización y de acumulación de capital fue en detrimento de la tradicional acumulación de capital productivo. El capital productivo sólo después de valorizarse como activo físico productivo, se valorizaba en las acciones bursátiles.

En la actualidad la valorización en bolsa generalmente es previa y sólo después que se valoriza por ese medio se constituye el capital productivo, especialmente el nuevo, proveniente de los cambios tecnológicos.

El desarrollo del capital financiero como principal negocio aumentó el endeudamiento y en 2008 condujo a una falta de pago generalizada, sobre todo en Estados Unidos y en las hipotecas y el Estado tuvo que salir al rescate, también en Alemania y en casi toda Europa.

En Alemania porque la economía se basa en la exportación competitiva y el mercado empezó a disminuir como consecuencia de la crisis y se tradujo en un todavía más bajo crecimiento en los años siguientes.

Hasta 2018 los créditos aumentaron mucho más  y abarcaron sobre todo a los no regulados. Pero ahora el Estado ya no puede rescatarlos y la nueva tecnología sigue sin poder aplicarse plenamente  en las ramas productivas, por la demanda restringida y el crédito destinado a reciclar la deuda financiera. Para concentrar la producción en Estados Unidos, el presidente Donald Trump Trump aplica el proteccionismo y la baja del impuesto a las Ganancias para atraer capitales de otros países sin  dejar de incrementar la deuda.

Por eso perjudica así no sólo a China sino a la Unión Europea (sobre todo a Alemania) y a toda la economía mundial en una época en que ya todas las grandes empresas son empresas que funcionan en una economía mundial y por eso también está perjudicando, paradójicamente, a Estados Unidos. Esta es una de las controversias sobre la realidad actual.

El desarrollo financiero llevó además a crear un enorme capital ficticio que, como no puede crecer indefinidamente, enfrenta desvalorizaciones bursátiles casi permanentes.

La Bolsa se convirtió en un medio de capitalización a través del aprovechamiento de los ciclos de alza y baja mediante la compra por parte de empresas productivas de capital financiero del que se desprenden una vez valorizadas.

Lo mismo hace el capital financiero comprando acciones de empresas tecnológicas para valorizarse. Pero se desprenden de ellas cuando esa tecnología no se emplea y las acciones tecnológicas se desvalorizan, que son las que lo hacen con más frecuencia porque son las que más se valorizan ante la perspectiva de un cambio tecnológico.  I

Incluso las empresas tecnológicas compran valores financieros con el mismo propósito transitorio, con lo que el desarrollo financiero también provoca un cambio continuo de formato de los capitales en el mercado de valores. Esto también acentúa la valorización de las marcas, las patentes y la propiedad intelectual.

El crecimiento del PBI estadounidense era al final del II trimestre 2019 de 2,5% a 3%i.a , pero la valorización anual del S&P 500 y la del Nasdaq alcanzaba en septiembre al 20%, aunque en octubre se estaba dando vuelta.

La valorización financiera sirve también para concentrar el capital y ahora son tres grandes fondos financieros los que dominan o controlan la mayor parte de la industria estadounidense.

Según un estudio de la Universidad de Ámsterdam, tres fondos (Vanguard, State Street y BlackRock) «The Big Three», como se los conoce en Wall Street, son los principales accionistas del 90% de las empresas que integran el índice S&P 500, equivalente a una cartera de inversión de 13 billones dóls.

El estudio dice que desde la crisis de 2008 se modificaron las estrategias de inversión, y los inversores, en vez de invertir en fondos que buscan valorizarse comprando barato y vendiendo caro, compran los fondos pasivos baratos, y entre 2008 y 2015 vendieron participaciones en fondos activos por un total de 800.000 M dóls y compraron fondos pasivos por 1 billón.

Esa estrategia, seguida por los Tres Grandes les permitió comprar participaciones en miles de compañías y provocó la concentración accionaria actual. Así que parece que el nuevo capital financiero evita la participación activa en la gestión de las empresas y tiende a la propiedad concentrada sin control directo sobre casi todo el ahorro de los estadounidenses, y según Goldman Sachs, la tendencia va a seguir, generando cada vez más inquietud en el resto de los participantes del mercado, porque también dominan al 40% de las compañías estadounidenses que cotizan en bolsa.

Aunque no administran las firmas y los fondos no son los propietarios de las acciones, que pertenecen a los inversores, los fondos hacen valer su peso accionario en las decisiones de las empresas y ejercen una forma de poder estructural, controlando las decisiones de inversión y el crecimiento económico y, en definitiva, el futuro industrial de Estados Unidos.

No se sabe si el predominio de la valorización artificial es sólo una forma de valorizar el capital o el prólogo para un dominio de la industria manufacturera mundial y la valorización de capital es un medio.

El neoliberalismo también parecía destacarse por la reducción al mínimo de la intervención del Estado y el libre mercado como garantía del crecimiento, pero en realidad no rechaza la intervención estatal sino que la aplica en incentivos para las empresas, como la baja de impuestos y ahora con el proteccionismo, para lo cual Trump es una muestra muy clara.