Confirmando lo que tratáramos en La Capitana, hoy supimos que cumpliendo su promesa del discurso del 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa, el Presidente Alberto Fernández instruyó a la Oficina Anticorrupción para que formalizara ante el Juzgado Federal N° 5 a cargo de la Jueza María Eugenia Capucheti, Secretaría del Dr. Franco Picardi, la denuncia penal contra Mauricio Macri y su equipo económico, por el denominado FMIgate.-
Como una inmensa granada que al explotar expande sus esquirlas descontroladamente, se ha puesto en marcha un procedimiento que dejará huellas profundas a futuro, mucho más allá de la cuestión pre electoral de octubre.
El Gobierno y el establishment económico y judicial presentaran en esta causa sus mejores armas, sabedores que el resultado final dejará vencedores y vencidos para siempre.
Todos saben que en la última sentencia de este proceso, se delinearán muy probablemente las futuras reglas del endeudamiento argentino, hasta hoy verdadera vaca lechera de la que han mamado siempre las clases dominantes.
Se peleará en el terreno del derecho formal: recusaciones de funcionarios, impugnaciones y nulidades de actos procesales, donde los denunciados usarán todo tipo de triquiñuelas para dilatar, entorpecer, generar nuevas causas y en fin, llevar la pelea al terreno que más conocen y donde juegan de locales: el laberinto taimado de Comodoro Py.
Sin embargo, también se combatirá en el terreno del derecho de fondo: es decir sobre si se logran probar o no los nexos causales que vinculan a las acciones determinantes del mejor equipo de los últimos 50 años (Macri, Dujovne, Caputo, Sturzenegger y Sandleris) con el enorme daño sufrido por el pueblo argentina.
Dice el informe de la Oficina Anticorrupción (OA): “…se trató de un programa calculado y ejecutado con el objeto de generar una transferencia extraordinaria de activos desde el sector público hacia un grupo selecto del sector privado, en perjuicio del interés del pueblo Argentino, el que debían gestionar y custodiar con fidelidad…”. De allí a la asociación ilícita: “…un tantito así…”
El universo de partícipes necesarios que se encontrarán involucrados con la investigación generará un sálvese quien pueda que no hará más que generar múltiples y sólidas pruebas de los ilícitos.
Y es aquí donde el Gobierno saca ventajas evidentes, que ya se vislumbran en los informes agregados de la SIGEN y del BANCO CENTRAL, bases contundentes de la denuncia concretada.
Como todos los delincuentes que se sienten impunes de tercera generación, los denunciados no se preocuparon siquiera de disimular las huellas groseras de sus pisadas obscenas y hoy, por reflejos de hábitos mafiosos, más que abogados están buscando contactos.
Sin embargo, nuestro Gobierno en esta cruzada tiene adversarios temibles: la estructura corporativa de la Justicia Federal de Comodoro Py.
Creo, por ello, que esta denuncia que se transformará en querella es solamente una batalla complementaria de otras que se deberán jugar al mismo tiempo.
Como en un torneo de partidas simultáneas, el Gobierno deberá avanzar en frentes conexos que logren conmover la cultura corporativa y oligárquica de esta Justicia Federal que a no dudarlo fue pensada desde hace doscientos años por la aristocracia; así, amañada y genuflexa para evitar que los pueblos vuelvan a intentar tomar la Bastilla.-
Y también debemos saberlo: el último round se jugará en los grandes salones intrigantes y desolados de la Corte Suprema de Justicia.
El anuncio del Presidente y la denuncia formulada tienen un valor incalculable y ¿saben qué? esta batalla hay que darla hasta el final con todo lo que se tiene y estemos tranquilos, porque afuera está el pueblo.