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Maneras de analizar y medir el PIB como lo plantean los manuales de Cuentas Nacionales (por ejemplo, OCDE): 1) el de la demanda final (consumo + inversión + exportaciones netas); 2) el enfoque del ingreso (remuneración de los asalariados + excedente bruto de explotación + ingreso mixto bruto) y finalmente 3) el valor agregado de los bienes y servicios. Enfocado por el lado del Gobierno general (suma de valores agregados brutos del Gobierno). Seguramente esto último cobrará importancia, las publicaciones del Indec, con el Presupuesto 2025.

El PIB combina en una sola cifra, sin duplicaciones, la producción (o el producto) obtenida por todas las empresas, las instituciones sin ánimo de lucro, las entidades gubernamentales y los hogares, en un período definido. Esta es la razón por la cual el PIB se define como la suma de los valores agregados por las empresas, las instituciones del Gobierno y los hogares productores de un país dado. PBI es lo producido cada año, como indicador es el principal a nivel Macro, tanto en valores corrientes constantes con la base del Indec 2004. Permite comparaciones internacionales, por la metodología común.

Todos los números y porcentajes del documento dan cuenta de los problemas argentinos. Nos referimos específicamente a la actividad o producción y otros que aprovechamos para agregar y complementar.

Podemos reunir y analizar en pocos indicadores el andar enclenque del país.

PBI: Sin dudas las variaciones del PBI es un indicador poderoso, siempre presente en las descripciones y modelos simples o complejos, tanto para el corto plazo como el mediano o largo plazo, aunque esto sea muy conjetural e ideológico.

¿Qué tenemos en Argentina? Fluctuaciones siempre, pero no crecimiento, siempre casi en el mismo lugar, por lo menos en los últimos 10 años. En todo ese período, el promedio anual fue negativo, en un caso el menos 0,26 % y en el otro menos 0.20 %, sobre la base de valores a precios constantes.