Algunos indicadores a fin de cada año: Base Monetaria, Comercio Exterior, Fiscales y Reservas Brutas, entre otros.
Se puede decir que el ordenamiento de la mayoría de las variables económicas resultan producto de la inflación. Pero lo contrario también es posible, que la inflación es la manifestación del desorden de las variables. La inflación produce distorsiones e incertidumbre; ambas cuestiones introducen dificultades o imposibilidades en las economías familiares, en las empresas y también en el sector público. No es poco.
También se puede afirmar que los niveles de desorden social, en concreto la pobreza y la indigencia, se alimentan o se expresa con raíces en la inflación.
Los gráficos son abundantes, pero siempre bajo la idea de Inodoro, “lo que abunda no daña”. Es por eso que los indicadores utilizados los analizamos y graficamos tal como se publican, como moneda corriente, en moneda constante de diciembre del 2022, en dólares y como porcentaje del PBI. Por si faltaran datos, agregamos algunos con énfasis en la inflación, el tipo de cambio y el dólar CCL.
Para aumentar la confusión agregamos conjeturas sobre el final del 2023, con el ánimo de contar con un surco que mejor nos permita seguir las modificaciones que a lo largo de los meses se van a ir presentando.
El 2023 no lo vemos mejorando sobre la situación actual pero tampoco empeorando, razonamiento que es una mezcla de azar, de voluntarismo y eclecticismo. De alguna manera esto sigue a Inodoro, con los problemas que acumula, ¿para qué darle más?
¿Y el 2024? Las aguas encrespadas esperan a las nuevas autoridades, cualesquiera sean ellas. Pero suponemos que una de las primeras tareas, de la hora cero, de la semana cero o del tiempo que demande será apaciguar las ondas elevadas y violentas de las variables. ¿Sencillo? Lejos de serlo, pero será necesario para poder desatar la batería de instrumentos que cada alternativa política y económica haya ido preparando y aceitando en estos meses electorales. No decimos ni por aproximación “objetivos” comunes y acordados porque suponemos que todos prefieren “lo mejor a lo peor”. En un reciente libro de De Pablo, “El desafío económico del próximo gobierno”, especialmente en los capítulos 11, 12 y 13, desarrolla puntos que vale la pena leer.
Podemos destacar en las variables: Turbulencias en los indicadores. Brechas y dólar soja. Cuasi fiscal elevado. Revisiones y más revisiones con el FMI. Pocos dólares para las importaciones. Resultado Financiero negativo con larga tradición. Caída de los préstamos. Y así por el estilo. Hoy los de afuera vienen a comprar al País, recordar que en otros momentos ocurría lo inverso.
Seguramente Inodoro reflexionando con Mendieta por el tiempo que pueden llevar algunas acciones (recordemos que siempre utiliza metáforas y silogismos) dejando abierta la tranquera para interpretaciones actuaciones y respuestas.
Mendieta: “Descubrieron un dinosaurio que era un predador infalible: el Carcharodontosaurio”.
Inodoro: “Y claro, Mendieta. Hasta que terminaban de gritar: ¡Cuidáu, viene el Carcharodontosaurio! El bicho ya se había comido a alguien”.
Inodoro –seguramente impaciente por algunas cosas que ve- : “¡Qué rápido se ha pasáu el milenio, Mendieta!”
Mendieta –lo tranquiliza, porque siempre teme los ataques de asma cuando Inodoro se pone nervioso: “Y ande se quiera acordar, ya estamos en el tres mil”.