Venimos realizando con Carlos, una serie de charlas, entrevistas o reportajes. Simplemente una suerte de conversatorios que surgen de sus comentarios por vía mail, conversaciones grupales o personales. La que ponemos ahora a disposición de los lectores, es el resultado de sus comentarios vía correo electrónico.
HUGO GARNERO: El dólar se configuró como moneda del intercambio mundial en la post-guerra. Se respaldó durante años con el oro de sus reservas, hasta que, en 1971, finalmente afianzada la supremacía de la economía de EEUU, abandonó ese respaldo. Cuál es el respaldo actual y hacía donde se encamina.
CARLOS ABALO: El dólar no tiene respaldo en reservas, pues se emite a mansalva y su respaldo es sólo la capacidad productiva de Estados Unidos y en la práctica, la confianza del mercado, es decir del capital.
El que lo comprobó concretamente, fue uno de los consultores más conocidos del país, macrista a fondo y CEO de Carta Financiera, Miguel Boggiano, quien en una nota de Ámbito del 24/5/21 titulada «Los mayores acreedores de EE.UU.» afirmó que “la deuda pública estadounidense está fuera de control y es impagable, la inflación ha puesto al sistema en jaque y «la película no terminará bien para sus acreedores» ya que su deuda pública suma 28,1 trillones de dólares, y lo más factible es que se resuelva emitiendo dólares, lo que podría significar un colapso del dólar y el fin del sistema monetario actual”.
HG: Pero lo que vemos es que siguen emitiendo dólares.
CA: En realidad, no es que se va a resolver emitiendo dólares sino que ésa ya es la forma en que se gasta el dólar: emitiendo. Al mismo tiempo, la emisión ya existente desde que el dólar dejó de estar apoyado en oro, en 1971, condujo a la formación de un capital financiero internacional privado que fue el apoyo de la política estadounidense, y como las empresas pelean entre sí en la competencia, tratan de llegar a una tecnología superior o a una acumulación en gran escala.
HG: No es casualidad que en la década del 70 tomara cuerpo la financierización de la economía, que vos hace muchos años definías como “la valoración financiera del capital se colocó por encima de la valoración productiva del capital”. Estamos ahora en una nueva etapa con la incorporación tecnológica?
CA: Con la revolución industrial 4.0 basada en la digitalización, se llegó a la posibilidad enorme de crecimiento por acumulación de capital financiero, como sucede en las bolsas, usando el capital productivo tecnológico y haciendo que funcione a la vez como capital financiero, llevando la digitalización a todas las áreas para valorizar empresas que valoricen el capital aunque no sean directamente productivas, como los unicornios, que puede estar en cualquier cosa con tal que estén atravesadas con nueva tecnología. Porque es más fácil la valoración financiera que la productiva.
HG: No existe un desenfreno del capital financiero apropiándose de la innovación tecnológica que, naturalmente debiera estar en el capital productivo?
CA: Esto pone al capital más avanzado por primera vez frente al Estado, y los hace enemigos de la regulación. Hasta ahora el viejo capital financiero tradicional era una variante del capital que coexistía con la regulación y ésta lo podía salvar, como sucedió con la caída de Lehman en la crisis financiera de 2008 en que se multiplicó la emisión de dólares para el salvataje.
Pero ahora, con la alta tecnología aplicada al e commerce o a cualquier servicio, pueden plantear el viejo sueño de liquidar al Estado y hacer que la valuación dependa exclusivamente del mercado, como sucede en las Bolsas, y ya no de la producción. Pero esa alianza capital Estado que tuvo (y tiene todavía) su máxima expresión en Estados Unidos es un conglomerado político-económico que le da pelea a una posible reorganización del poder político rebajando el peso del Estado, y es lo que pelea Biden con la regulación, en la que todavía tiene a su lado a la mayoría del poder económico. La diferencia con China es que el capital productivo va a la producción; las empresas de su capitalismo pueden usarlo en otra cosa, pero el Estado las saca del medio cuando joden.
HG: No hay economía sin moneda. La debilidad del dólar no es propicia también para el capital financiero enancado en la transformación tecnológica?
CA: Era lógico que un avance de tal naturaleza del capital lo llevara a tener una moneda propia: las criptomonedas son monedas respaldadas por nada, salvo la valorización que les dé el mercado. Por eso Estados Unidos las regula limitándolas y el capitalismo chino dominado por un Estado comunista directamente las prohibió, resguardándose el derecho a que pueda usarla el Estado.
Esto tampoco se entiende si no se comprende que el capitalismo es un sistema mundial de producción. Lo es porque lo organizó el capital y éste se ubicó en todas sus expresiones nacionales.
Hasta la última posguerra, el capitalismo nacional tenía un funcionamiento propio en cada ámbito nacional, y sólo era afectado por un exceso de regulación, como hizo el peronismo para imponer una industrialización. Pero como el poder político excluyó al peronismo 18 años del poder, el sector productivo más competitivo, que era el agro y su complemento la financierización, hicieron que la gran industria se terminara corriendo a ese bloque, porque el sistema le dejaba margen para trasladar también allí sus excedentes, como hacía el capital agropecuario.
HG: Sabemos bien que pasó en la Argentina, y en el resto de los países dependientes?
CA: La mundialización concreta en los países atrasados se postergó y dio lugar a la industria sustitutiva, pero el ascenso de China, mundializó efectivamente a todos los países atrasados que incursionaran en la industria mundial, como hizo la misma China y el resto de los países emergentes. Con eso, estos últimos países, aunque no accedían al mismo nivel que los industrializados, pueden (por lo menos hasta ahora) alcanzar un desarrollo de su comercio exterior por exportaciones que les aporta dólares como para poder sostener una moneda nacional y un mercado financiero basado en su propia moneda, cosa que Argentina no pudo hacer porque el terreno que ganaba el peronismo en la industria, lo retrasaba o borraba el antiperonismo, y a eso se sumó la crisis financiera de 2008 y la pandemia, por ejemplo.
HG: Siempre hablas de que la crisis del 2008 está irresuelta.
CA: La crisis financiera de 2008 no resuelta, es diferente a todas las crisis financieras anteriores porque anticipa un nuevo período del sistema mundial capitalista, ya que se hace evidente que el capital financiero se puede independizar del dólar.
HG: ¿Cómo se refleja en Argentina?
CA: Ante esta nueva realidad, pasa a primer plano la política monetaria, sobre todo en su versión monetarista que considera que la inflación se debe casi exclusivamente o en su mayor parte a la emisión. Con el ajuste, la política monetaria obliga a reducir el gasto público y los salarios, pero no dice absolutamente nada de los gastos del capital ni de su emisión ficticia, y por eso la defensa de la ganancia se monta casi exclusivamente en el combate a la inflación a través de una política de ajuste basada en el monetarismo, como es la fórmula del FMI.
HG: hay historia detrás de esto.
CA: Sin embargo, y como el sistema económico es capitalista y mundial, la Segunda guerra dio lugar al mismo apoyado en el dólar, en vez de crear una moneda verdaderamente mundial. Y se pudo imponer como un sistema mundial dominado por el dólar porque fue precedido por la gran destrucción y para salir de ella, Europa y Japón no tuvieron otro camino. Sólo la Unión Soviética quiso proseguir con su economía nacional cerrada, acentuada por las sanciones de Occidente, pero si bien demostró que así podía crecer más que Estados Unidos, éste país la llevó a la máxima confrontación política, que fue la amenaza militar de la guerra de las Galaxias, y como eso dependía de una confrontación económica desigual, la URSS se terminó.
HG: ¿Dirías que China aprendió de la historia?
CA: Eso explica que China haya buscado desarrollarse usando al sistema mundial y el capitalismo, aprovechando de esa manera las inversiones y la tecnología y repitió la experiencia de que ese desarrollo era mayor que el de Estados Unidos, pero en un contexto en el que a las empresas les resulta difícil o imposible prescindir del mercado chino.
HG: Pongamos eje en la inflación en Argentina, teniendo en cuenta todo lo que dijiste hasta ahora.
CA: A estas conclusiones llegué armando una nota en defensa de Roberto Feletti y de su difícil tarea, donde la conclusión es muy clara. Si la inflación se explica por el aumento de la emisión y ésta se emplea en gasto en salarios, gasto público y gasto de las empresas para acumular capital, y hasta las PASO, la política económica de Guzmán redujo el gasto público y el salario, es obvio que, si bien en 2021 se recuperó el crecimiento, la suba de precios favoreció exclusivamente a las empresas. El intento de subir los salarios y la asistencia social desde las PASO en adelante, ante todo con nuevas paritarias, era previsible que se encontrara con una suba de precios más intensa posterior, que no se justifica de ninguna manera porque los precios ya habían ganado la partida antes, y por mucho.
Pero tampoco se puede salir de ese marco, porque no se puede expropiar a las empresas que suben los precios porque tendrían lugar las sanciones como las aplicadas a Cuba, a Venezuela o a Irán o Rusia y de ahora en más también a China y tampoco es posible con una sociedad donde el gorilismo sigue siendo grande y tiene pocas defensas competitivas. Por ejemplo, la industria mexicana, que se fue adaptando a la economía mundial actual, es la que más exporta a Estados Unidos, sus salarios internos dependen cada vez más del peso de esa vinculación, y Estados Unidos no puede prescindir de ella.
Siempre pongo el ejemplo de México porque era un país con peor situación que la industrialización y, para afirmarla, el país se fue convirtiendo en gran exportador de industria. Sólo en los cinco primeros meses 2021 su comercio con Estados Unidos ascendió a más de 200.800 M dóls (+30% i.a) y lo consolidó como su principal socio comercial, y 153.400 M dóls fueron exportaciones (también +30%) y 109.400 M importaciones (+31%). México es así el principal socio comercial de EE.UU. con 14,7% de su comercio exterior, seguido por Canadá14,5%, China 13,9%, Japón 4,8%, Alemania 4,5% y Corea del Sur 3,6%. En cuanto a los salarios medios en dólares, Wilkipedia tiene una lista en que en 2020 para la Argentina eran 402 dóls (que se pueden comparar con los 521 dóls de Bolivia) y México 646 dóls, y por la suba de precios en 2021 en la Argentina era a mediados de año de 298 dóls. Esto indica que está muy bien tratar de controlar lo más posible, pero tiene que ser en un contexto de mejora de la productividad y de adecuación a la realidad de la economía mundial.
HG: ¿En qué marco político y económico ubicas hoy al gobierno?
CA: Esto indica que ni copiando la política económica del peronismo de 1945 a 1955 ni con el proyecto apenas empezado de Gelbard alcanza en la actualidad, y menos con el nacionalismo económico. Por otro lado, tampoco se podía ganar en la actualidad con un peronismo dividido. Así que la necesidad de la unidad del peronismo y sobre todo de agregar a la tradicional política social del peronismo: i) la actualización de la industria, ii) una ampliación del crecimiento a otras áreas como la minería y iii) un intento de romper el bloque empresario.
HG: ¿Cómo se rompe el bloque empresario en Argentina?
CA: sobre todo con una política agroindustrial para dar un horizonte mayor a la economía agropecuaria y aprovechar la especialización alimentaria del país para agrandar el comercio con China y financiar el mayor crecimiento y darle un nuevo horizonte a la industria aprovechando que ella es el sostén de este período de industria 4.0. Eso es lo que acompañó Guzmán, al intento histórico de mejorar los salarios y el gasto social y orientarlo al empleo productivo, y es algo de lo que no se puede prescindir.
Quizá el programa de Guzmán requiera alguna corrección, pero lo importante es que inserta al peronismo en un horizonte de integración mundial del que el país no podía seguir prescindiendo. A mí me sirvió mucho para entenderlo, el haber encontrado las mismas limitaciones en la política mexicana, cuando el PRI nacionalizó los bancos. La derecha y el centro del PRI consiguieron darlo vuelta e impulsar la integración de México. Como el PRI lo hizo volcándose a su derecha poco diferenciada de la derecha tradicional, el país se fue del PRI, pero allá para buscar un apoyo más social que se había perdido y es lo que intenta López Obrador.