Entrevista a la docente y abogada Julieta Pignanelli
La experta en políticas públicas analizó el cambio de autoridades que se concretará en los próximos meses y abordó los desafíos que se presentan en ese sentido. Asimismo, detalló los principales temas a mejorar en la Unidad.
Redacción «Prevenciondelavado.com»

Hace poco menos de un mes, a través de dos decretos que fueron publicados en el Boletín Oficial, el Gobierno aceptó las renuncias del presidente de la vicepresidenta de la Unidad de Información Financiera (UIF) y su vice, Carlos Cruz y Mariana Quevedo a raíz de unas denuncias ante la Jefatura de Gabinete por supuesto hostigamiento y amenazas contra varios miembros del área de Litigios Penales del organismo.
Por estos días, el nombre de Juan Carlos Otero, Vocal ante la UIF por la Comisión Nacional de Valores (CNV), es el nombre que postuló el Gobierno para reemplazar a Cruz, y ahora habrá que cumplir con todas las formalidades que exige el proceso de nombramiento del titular del organismo anti lavado.
Sobre el cambio de autoridades y los desafíos que presenta la UIF en estos momentos para quien se haga cargo de ese rol dialogamos con Julieta Pignanelli, abogada especializada en políticas públicas y docente de, entre otras universidades, de la especialización el PLA/CFT de la UCES.

Un momento clave para la PLA/CFT

La especialista destacó que el año que viene, «en el marco de la negociación de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Argentina tendrá que enfrentar una evaluación mutua del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que involucra el mapeo de todos los riesgos de prevención de lavado y financiamiento del terrorismo del país.» Y señaló que ambos procesos están relacionados dado que el FMI es uno de los organismos que participa del GAFI.

Así, explicó que los organismos internacionales van a considerar nuestra situación en estas cuestiones. Además, recordó que somos parte de Latinoamérica, que es una región compleja y para la que el GAFI tiene una matriz específica de evaluación, que considera los riesgos propios de esta región.
Pignanelli detalló que el proceso de Evaluación Mutua requiere de un trabajo de evaluación de la matriz de riesgos del país e informó que el Gobierno, a través de la Unidad de Información Financiera (UIF), está trabajando con asesores internacionales para avanzar en este sentido.
Sin embargo, también resaltó que, más allá del cumplimiento técnico y la adaptación a los estándares internacionales, la Unidad se presenta como parte querellante en varias causas y, por eso, considera que «el perfil de Otero, el principal nombre que se propuso, tiene que ver con la búsqueda de perfiles técnicos, ya que, como cualquier organismo de control y más uno de este tipo, que depende del Ministerio de Finanzas, pero también con una mirada judicial que requiere este desafío.»
La cuestión regulatoria se vio muy frenada en el último año la cuestión regulatoria por la pandemia, pero Pignanelli espera que, a raíz de la regulación del Beneficiario Final, que busca alinearse con los requerimientos internacionales, inicia un proceso de avance normativo que veremos en el próximo año.
«Se trabajará fuertemente en la evolución normativa y, en ese sentido, la CNV es un claro ejemplo de cómo normar teniendo en cuenta la voz de los regulados a través de las consultas públicas. Quizás se pueda aplicar una propuesta similar en la UIF», anticipó.
Otero podría, sin dudas, aportar su know-how en ese sentido. Lo cierto es que, ahora, la Secretaría de Finanzas tiene que llevar adelante todo el proceso público de aprobación y evaluación de las autoridades. De ello dependerá la celeridad que se le dé al nombramiento delas nuevas autoridades.

Una revisión del trabajo actual

Por otro lado, a raíz de los problemas que surgieron con las autoridades salientes, la abogada observó que las políticas públicas tienen que apuntar a mejorar los controles de gestión en sus organismos.
«Los titulares de la UIF no dejan de estar a tiro de decreto a diferencia de quienes ocupan cargos en otras entidades reguladoras, como el Banco Central, que requieren la aprobación del Congreso», detalló.
Y, en ese sentido, aseguró que es importante trabajar fuertemente en mejorar cada vez más la independencia de los organismos de control financieros para evitar presiones políticas, económicas y de los lobbys.
Recordó que cuando asumió la cúpula saliente de la UIF hubo mucha resistencia, pero que también sucedió igual con la gestión anterior, durante el Gobierno de Mauricio Macri.
«Me acuerdo que muchos señalaban que se trataba de lobos dentro del gallinero porque venían de la gestión privada», recordó.
Respecto de este punto, Pignanelli apuntó que también hay que repensar hasta dónde es bueno tolerar el paso de los funcionarios hacia el sector privado tras su gestión y viceversa dado que aseguró que «todo eso hace a un mejor control de gestión y también protege el manejo de información que tiene en sus manos la Unidad, que es muy delicada.»
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También en relación con este punto y mirando hacia adelante los desafíos que tiene la UIF, Pignanelli resaltó la importancia de encontrar los términos medios adecuados para el trabajo público-privado conjunto. Asimismo, apuntó que los sistemas informáticos avanzaron mucho yeso hace que aparezcan nuevas oportunidades para automatizar procesos en la Unidad.

Redacción «Prevenciondelavado.com»