En las condiciones previas al lunes negro que se presentaban al comienzo de las negociaciones, la industria podía empezar a crecer en el segundo semestre 2020, pero en forma muy moderada y sobre todo como resultado de la muy estrecha mejora en el consumo que empezó a mostrarse en diciembre con el módico aumento en el uso de la capacidad instalada.

Según Orlando Ferreres, la industria cayó en 2019 4,1%, que un cálculo de la Universidad de Avellaneda eleva a 8,6%, y en enero 2020 (Ferreres) la caída fue de 2,9% i.a, con una baja en la industria de -1,9% i.a y en el agro de -0,6% i.a. En la gestión Macri, la caída del PBI industrial fue de -6,4% i.a con pérdida de 170.000 empleos y para la UNdeAv el retroceso industrial fue de -8,6% y las pymes perdieron 11.700 puestos de trabajo en 2019 y desde 2015 cerraron más de 24.500 empresas de este tipo, según la AFIP.

Hubo un repunte a fin de 2019 y en enero cayó apenas -0,1% pero en el mes la actividad fue 1,5% mayor que en diciembre, por lo que puede decirse que dejó de caer. Por eso la inversión no podrá repuntar mucho y la mejora se esperaba lenta y muy moderada, aunque Volkswagen confirmó inversiones por 800 M dóls en la fabricación de un nuevo modelo de auto. En el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento, además de incluir incentivos fiscales a las pymes, habrá que precisar las actividades de las empresas de tecnología y de digitalización de la información, lo que se explica por la falsa aparición del capital financiero inicial como tecnológico: esta revisión incluye el impulso a la productividad de todos los sectores que componen esta industria.

El agro tendría una baja de la cosecha, a la que se le agregará la resistencia de los grandes productores a la esta vez indiscutible necesidad de apelar a la suba de las retenciones. La mayor concentración de tierra que surge del avance preliminar del Censo Agropecuario 2018 dice que desaparecieron 82.652 explotaciones desde 2002 .Por el coronavirus cayó casi 30% la exportación de los frigoríficos exportadores y esa baja tuvo una magnitud de 31,8% i.a en enero. Los ingresos del agro en el I bimestre 2020 (2.429 M dóls) bajaron más de 20% i.a por liquidación anticipada de los productores en 2019 y una Mesa de Enlace que resiste los incrementos en los derechos de exportación, con fuerte presión de la SRA y de su ex presidente y ex ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, mientras una parte de la Federación Agraria apoya la segmentación de los derechos, un esquema tributario progresivo y la necesidad de ese aporte en las actuales circunstancias. La aparición de la peste porcina africana en China posibilitó un acuerdo para traer capitales de ese país para impulsar la producción porcina local y en ocho años subir la producción a 100 M de cabezas y exportar por 20.000 M dóls con grandes granjas asociadas con pequeños productores. Según la UNdeAv, la liquidación de divisas de exportación del agro bajó casi 37% en febrero 2020.

Para Ecolatina, el salario real cayó más que 8% en 2019. Aquí también, si se los mide en dólares, la caída de los salarios es del orden del 50% en los cuatro años del gobierno MM, en que el empleo fabril registrado terminó con el 13,3% de los empleos de agosto 2015, que según la UIA son 160.000 menos puestos de trabajo.

La distribución del ingreso ha caído en el peor nivel en decenios por la suba del dólar y la mayor transferencia de ingresos al exterior a través de los pagos por la deuda y la fuga de capitales dentro de una baja del producto local. Las cifras dadas a conocer del III trimestre 2019 (un cálculo limitado a la moneda nacional) los empresarios –el 3,9% de la población o unos 1,8 M de personas- retienen el 44,4% del ingreso, los asalariados –el 72,6% o 28,4 M de personas-, el 45,1% y los cuentapropistas –el 5,9% de la población o 2,7 M de personas- el 12,6% lo que refleja el aumento del trabajo precario de cuenta propia, con menos ingreso y duración de trabajo sin límite.

Para la UN dAv todavía en 2016 el reparto en favor de los trabajadores era de casi 52% y en el III trimestre 2019 había caído a 45%, pero otra vez sólo un cálculo en dólares podrá dar cuenta de la verdadera dimensión que ha alcanzado la pérdida de ingresos del trabajo. En 2019 el consumo masivo en hipermercados, supermercados y autoservicios cayó 7,3% y 9,6% en los comercios de barrio, que en los súper chinos llegó a 12,7% i.a. En ese año se necesitaron casi 40.000 pesos para no ser pobre y en el primer semestre del año aumentaron los niveles de indigencia a 7,7% y los de pobreza a 35,4%, y para la UCA el total de pobres es del 40,8%.

La inflación de 2019 fue de 53,2%, la de enero 2020 bajó a 2,3% y en alimentos y bebidas se siguió manteniendo por encima de la media (+4,7%), señal indudable de la remarcación, y el REM que recibe el BCRA de los consultores la estimó a principios del mes en 41,7% para el año y en febrero dio un 2,9% para marzo, después que el BCRA la estimara en  2%. En 2019, el déficit primario fue de 0,44% y el déficit financiero de 3,76% del PBI por el adelanto del pago de Derechos de Exportación e ingresos correspondiente a 2020, sin los que estos déficit hubieran sumado 0,96% y 4,28% del PBI, y obviamente, reducirán los ingresos de 2020.

La política monetaria del peronismo en 2020 consiste, a partir de una política cambiaria con regulación y régimen de flotación de la moneda, acumular reservas internacionales y bajar la inflación privilegiando los métodos no monetaristas: la desindexación, el acuerdo de precios y los Precios Cuidados, el congelamiento temporario de las tarifas, aumentando la carga a los contribuyentes de mayores recursos –contenido por la oposición en la Provincia de Buenos Aires-. Pero moderando, en lo posible, la oferta monetaria y atendiendo las necesidades de financiación del Tesoro y aumentando la oferta de crédito productivo al sector privado con alargamiento de los plazos y bajas continuas en las tasas de interés, que pasaron del 63% al cambio de gobierno al 38% el 5/3, en su octavo recorte, flexibilizando más recientemente los encajes para los bancos que otorguen créditos a micro y pymes con tasas no superiores a 40% anual, y tratando que –con la menor inflación y la simultánea baja de las tasas- los ahorristas puedan preservar cada vez con menos diferencias el valor de sus ahorros en pesos, como una lenta pero única forma de descartar el ahorro en dólares, que favorece la fuga de capitales en esa moneda.

Conociendo las nuevas condiciones que impone la profundización de la crisis internacional, se podrán precisar las condiciones de una salida productiva, que –de acuerdo con la experiencia- siempre resulta la única salida posible.

10 de marzo 2020