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sábado, diciembre 13, 2025

Pampa Azul, víctima ilustre del cientificidio mileista

En un contexto de graves retrocesos de las políticas soberanas, abierta intervención estadounidense y funcionalidad a los intereses británicos en el Atlántico Sur, el gobierno de Milei ha paralizado y desfinanciado a la Iniciativa Pampa Azul. En contraste, Provincia de Buenos Aires lanzó el Programa Pampa Azul Bonaerense y apuesta al desarrollo marítimo y fluvial.

Pampa Azul, la iniciativa argentina más ambiciosa y reconocida a nivel nacional, regional y mundial en el campo de la investigación científica marina, ha sido paralizada, desarticulada y desfinanciada por el gobierno de Javier Milei. La saña cientificida del “topo que vino a destruir el Estado desde adentro” ha dejado a la deriva proyectos científicos que fueron impulsados desde distintos ministerios, organismos científicos y universidades. Con tal decisión, la Argentina ha sido privada de un instrumento fundamental para su desarrollo científico, para el aprovechamiento sustentable de los recursos del mar y para la consolidación de la soberanía sobre los espacios marítimos argentinos.

A Pampa Azul no solo la sometieron a una situación de inanición, como en general hizo el gobierno libertario con el conjunto del sistema científico argentino, sino que además la privaron del rol de coordinación y articulación que potenciaba la acción interministerial ¿Cómo lo concretaron? Mediante un procedimiento sumarísimo: pusieron fin a las reuniones del Consejo Interministerial y pasaron la motosierra a los recursos presupuestarios que dispone la Ley 27.167, más conocida como Ley PROMAR (Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos), que financiaba los proyectos.

El daño es inconmensurable. La iniciativa fue un multiplicador de recursos en tanto permitía que cada ministerio y cada institución interviniente dispusiera de sus conocimientos, equipos profesionales y técnicos, capacidades logísticas y equipamiento en función de proyectos compartidos que, al mismo tiempo, contaban con recursos específicos de PROMAR. Se trataba, en ese sentido, de una experiencia que promovía la consolidación de los programas y proyectos de cada área del Estado en materia de investigación científica marina y de cooperación a nivel nacional, regional e internacional a la vez que eran potenciados por la articulación interinstitucional y mayor disponibilidad de recursos.

Peor que la motosierra, la demolición

En uno de sus últimos informes ante el Congreso de la Nación, el entonces Jefe de Gabinete de Ministro Guillermo Francos confirmó la paralización y el desfinanciamiento de la iniciativa interministerial. En abril de 2025, en respuesta al requerimiento de legisladores de Unión por la Patria sobre la situación de la Pampa Azul y la ejecución de PROMAR, reconoció en el Informe 142 (página 889) la parálisis al señalar que “cabe destacar que durante el primer semestre de 2024 no se celebró ninguna reunión en el marco de los distintos Consejos que componen la Iniciativa Pampa Azul ya que se priorizó realizar un reordenamiento y saneamiento de los proyectos en ejecución”, para luego informar que hubo una sola reunión realizada a casi un año del inicio de la gestión mileista: “La Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología informa que el 28 de noviembre de 2024 se celebró la Primera Reunión Ordinaria del año del Comité Interministerial de la Iniciativa Pampa Azul, con el fin de nombrar a los nuevos representantes institucionales del citado Comité como así también conocer las prioridades de financiamiento de cada una de las instituciones que integran Pampa Azul para el fortalecimiento de la investigación científica tecnológica en nuestro Atlántico Sur”. Fue la primera y última reunión realizada en casi dos años de gobierno.

En relación con la aplicación de los fondos de la Ley 27.167, el informe pretendió justificar el desfinanciamiento con un argumento insostenible: “Como es de público conocimiento, la Administración Pública Nacional se encuentra trabajando con el presupuesto prorrogado del año 2024”, afirmó. Cabe ser recordado que las prórrogas de los presupuestos en los años 2024 y 2025 fueron a instancias del propio oficialismo y que en el presupuesto prorrogado se encontraban las partidas con destino a PROMAR-Pampa Azul.

Lo paradójico es que la misma Jefatura de Gabinete (JGM) invoca a Pampa Azul cuando tiene que responder a los planteos de la oposición sobre cómo enfrenta el gobierno de Milei la presencia de buques extranjeros en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina. En el Informe 143 (página 187), de junio de 2025, la JGM afirmó que “Es importante enfatizar que todo desarrollo normativo o político de ordenación de la actividad pesquera en el área adyacente a la ZEEA debe necesariamente contar con un sólido respaldo científico. La República Argentina cuenta con instituciones de ganado prestigio en investigación científica marina y pesquera. Asimismo, cuenta con un esquema de coordinación de esfuerzos interinstitucional e interministerial con la Iniciativa Pampa Azul”. Se trata de la misma Iniciativa Pampa Azul que en su informe anterior Francos reconocía paralizada.

Lo que ha logrado sobrevivir al naufragio de Pampa Azul provocado por el mileismo, son los proyectos sostenidos por algunas instituciones científicas o universitarias a pesar de los salvajes recortes presupuestarios. En otros casos, se trata de proyectos financiados desde el exterior por instituciones frecuentemente vinculadas a intereses geopolíticos de las potencias del Norte Global.

La demolición de Pampa Azul se produce en el marco general de las orientaciones de la política mileista en los campos de ciencia y tecnología, relaciones exteriores, defensa y seguridad, en los que se imponen la subordinación a Estados Unidos, el extremismo ideológico, el favorecimiento de intereses de grandes grupos corporativos y la privatización y extranjerización del control de los espacios marítimos y fluviales.

Primer Congreso de Pampa Azul,Mar del Plata, noviembre de 2023 (Foto Pampa Azul)

La desarticulación y parálisis de la Iniciativa Pampa Azul se ve reflejada en su portal oficial: la última publicación data del 1° de diciembre de 2023, da cuenta del lanzamiento del documental Georgias, la cordillera sumergidasobre la campaña científica a las Islas Georgias del Sur realizada durante la gestión anterior. Entre las últimas noticas se destaca la concreción del Primer Congreso de Pampa Azul que convocó a más de 650 participantes en la ciudad de Mar del Plata en noviembre de 2023. Los contrastes con la situación actual resultan más que evidentes.

Ciencia al servicio de la soberanía nacional

La relevancia de la Iniciativa Pampa Azul está estrechamente vinculada con su misión: la articulación de “las acciones de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación para proporcionar bases científicas a las políticas oceánicas nacionales, incluyendo el fortalecimiento de la soberanía nacional sobre el mar, la conservación, así como el uso sostenible de los bienes marinos, incluida la creación y gestión de áreas marinas protegidas”.

Como recuerda el Dr. Juan Emilio Sala, ex Coordinador del Consejo Asesor Científico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Iniciativa Pampa Azul durante la gestión peronista, “La Iniciativa Pampa Azul comenzó a implementarse en la Argentina en abril de 2014 mediante un acuerdo entre siete ministerios nacionales (Ciencia; Ambiente; Agricultura, ganadería y pesca; Turismo; Cancillería; Defensa; Seguridad)”. La articulación se corresponde con el enorme desafío que tiene la Argentina de conocer e incorporar a sus espacios marítimos a un proyecto de desarrollo nacional: nuestro país cuenta con un litoral marítimo de 4.725 kilómetros de longitud, que se suma a los 11.325 kilómetros de las costas de la Antártida Argentina e islas australes. De los 6.683.000 km2 que representan los espacios marítimos argentinos continentales, insulares y antárticos, la plataforma continental argentina sólo del continente americano e insular ocupa 3.744.000 km2, lo que equivale al 56% de los espacios marítimos totales.

La demolición de Pampa Azul ya fue intentada antes por otro gobierno de derecha. La primera parálisis ocurrió durante la presidencia de Mauricio Macri, extendiéndose entre finales de 2017 y finales de 2019. Fue resucitada durante la presidencia de Alberto Fernández, con el relanzamiento en julio de 2020, en medio de la pandemia de COVID-19, y adquirió una fuerte dinámica de trabajo hasta diciembre de 2023.

En esta etapa, tras un llamado a la presentación de proyectos fueron evaluadas 99 iniciativas presentadas, resultando seleccionados 32 proyectos presentados por instituciones científicas y tecnológicas con sede en las cinco provincias del litoral marítimo argentino, Córdoba, Santa Fe y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Como informó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en esa oportunidad, la Iniciativa Pampa Azul no se cirscuncribía solo a estos proyectos, sino que incluía a todas las actividades científico-tecnológicas que realizan las instituciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCTI) en los espacios marítimos argentinos.

Dos ejemplos del poder de la articulación

Ejemplo del impulso articulador de Pampa Azul fue la campaña de investigación científica marina a las Islas Georgias del Sur, realizada entre el 27 de febrero y 3 de abril de 2023, que involucró al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca a través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), a la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería y al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. El INIDEP aportó el buque de Investigación Pesquera Oceánica (BIPO) Víctor Angelescu, sus equipos de investigadores y técnicos, y sus laboratorios; la Cancillería tuvo a su cargo la gestión diplomática para la concreción de la campaña en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA) –con comprometidos aportes de la Dirección de Política Exterior Antártica, de la Coordinación de Políticas Oceánicas del Atlántico Sur y de la Dirección de Malvinas- y aportó investigadores del Instituto Antártico Argentino (IAA); y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación participó activamente en su rol de coordinación de la Iniciativa Pampa Azul y administrador de los fondos de PROMAR.

El BIPO Víctor Angelescu en las Islas Georgias del Sur, 2023 (Foto: Cancillería Argentina)

La campaña permitió, según informaron las instituciones intervinientes, que “especialistas del INIDEP y del Instituto Antártico Argentino (IAA) estudiaran diversos aspectos del ecosistema de las plataformas de las islas subantárticas como la comunidad de peces y de invertebrados bentónicos, el zooplancton, el bacterioplancton y el fitoplancton. Asimismo, realizaron un detallado estudio del ambiente marino, a partir de la caracterización de las masas de agua, la distribución de nutrientes y las variables asociadas a los procesos de acidificación oceánica”. Pero, además de esos logros científicos, la campaña también tuvo un sentido geopolítico: en el marco del estricto cumplimiento de la Convención CRVMA, el pabellón argentino volvió a flamear en aguas argentinas usurpadas por el Reino Unido. La relevancia diplomática de la campaña quedó evidenciada por el seguimiento que un patrullero británico realizó al Angelescu durante su itinerario en torno a las islas Georgias.

Otro ejemplo destacable ha sido el proceso de Planificación Espacial Marina (PEM), que la Argentina desarrolló bajo la órbita de la Iniciativa Pampa Azul entre agosto de 2022 y diciembre de 2023. Como sostiene el Dr. Juan Emilio Sala, “la PEM es un proceso público de análisis y mapeo de la distribución espacial y temporal de las actividades humanas en áreas marinas para alcanzar objetivos ecológicos, económicos y sociales” que “impulsó un proceso de Planificación Espacial Marina (PEM) de carácter multisectorial, ecosistémico y participativo”.

Para ello, se conformó una mesa de trabajo ad hoc bajo el Comité Interministerial de Pampa Azul, integrando investigadores, técnicos y funcionarios de diversas instituciones gubernamentales. El objetivo de este grupo coordinador fue “ordenar y conciliar los usos y actividades humanas en el Mar Argentino, brindando previsibilidad a los diversos aprovechamientos actuales y futuros, atendiendo simultáneamente a la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos marinos”.

A partir de los aportes de información y conocimiento técnico de diversos actores institucionales y mediante reuniones sectoriales, organismos como la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la  Secretaría  de  Energía,  la  Dirección  de  Intereses  Marítimos de  la Armada Argentina, la Prefectura Naval, la Comisión Nacional del Límite Exterior  de  la  Plataforma  Continental  (COPLA)  y  el  Servicio  de Hidrografía Naval, entre otros, contribuyeron con datos clave de sus respectivas áreas de competencia, entre otros.

Destaca el Dr. Sala que “estos insumos incluyeron información espacial y estadística sobre los distintos usos del mar (pesca comercial, transporte marítimo de pasajeros y carga, cables de comunicaciones submarinos, exploración y    explotación hidrocarburífera, defensa, conservación, investigación científico-marina, entre otros), la cual fue estandarizada temporalmente para un análisis estacional completo”.

La Provincia de Buenos Aires se hace cargo

Ante la deserción por parte del gobierno de Milei de las obligaciones institucionales y legales en relación con Pampa Azul y PROMAR, la Provincia de Buenos Aires ha asumido el impulso de la iniciativa a partir del lanzamiento del Programa Pampa Azul Bonaerense. Desde el gobierno provincial sostienen que se trata de “un programa de gestión integral marino–costera que busca proteger, restaurar y poner en valor los bienes comunes naturales de los 1.200 kilómetros de litoral bonaerense. Pampa Azul fue creada en 2014 por el Gobierno Nacional, y luego de ser interrumpida, desde la Provincia de Buenos Aires retomamos esta política estratégica para articular ciencia, tecnología, comunidades y gestión pública en favor del desarrollo sostenible de nuestro mar y nuestras costas”.

Con la creación de este programa en el ámbito del Ministerio de Ambiente, la Provincia de Buenos Aires ha dado una clara señal de compromiso con un desarrollo científico, económico y ambiental soberano en los espacios marítimos argentinos. Se trata de una acción que interpela al gobierno de Javier Milei y marca un hito fundamental para la futura recuperación de Pampa Azul como un instrumento clave para el desarrollo nacional.

Guillermo Carmona
Guillermo Carmona
Diputado nacional (2011-2019), fue vicepresidente y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación. En el Ministerio de Defensa presidió el Instituto de Ayuda Financiera y fue Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores (2021-2023).

Pampa Azul, la iniciativa argentina más ambiciosa y reconocida a nivel nacional, regional y mundial en el campo de la investigación científica marina, ha sido paralizada, desarticulada y desfinanciada por el gobierno de Javier Milei. La saña cientificida del “topo que vino a destruir el Estado desde adentro” ha dejado a la deriva proyectos científicos que fueron impulsados desde distintos ministerios, organismos científicos y universidades. Con tal decisión, la Argentina ha sido privada de un instrumento fundamental para su desarrollo científico, para el aprovechamiento sustentable de los recursos del mar y para la consolidación de la soberanía sobre los espacios marítimos argentinos.

A Pampa Azul no solo la sometieron a una situación de inanición, como en general hizo el gobierno libertario con el conjunto del sistema científico argentino, sino que además la privaron del rol de coordinación y articulación que potenciaba la acción interministerial ¿Cómo lo concretaron? Mediante un procedimiento sumarísimo: pusieron fin a las reuniones del Consejo Interministerial y pasaron la motosierra a los recursos presupuestarios que dispone la Ley 27.167, más conocida como Ley PROMAR (Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos), que financiaba los proyectos.

El daño es inconmensurable. La iniciativa fue un multiplicador de recursos en tanto permitía que cada ministerio y cada institución interviniente dispusiera de sus conocimientos, equipos profesionales y técnicos, capacidades logísticas y equipamiento en función de proyectos compartidos que, al mismo tiempo, contaban con recursos específicos de PROMAR. Se trataba, en ese sentido, de una experiencia que promovía la consolidación de los programas y proyectos de cada área del Estado en materia de investigación científica marina y de cooperación a nivel nacional, regional e internacional a la vez que eran potenciados por la articulación interinstitucional y mayor disponibilidad de recursos.

Peor que la motosierra, la demolición

En uno de sus últimos informes ante el Congreso de la Nación, el entonces Jefe de Gabinete de Ministro Guillermo Francos confirmó la paralización y el desfinanciamiento de la iniciativa interministerial. En abril de 2025, en respuesta al requerimiento de legisladores de Unión por la Patria sobre la situación de la Pampa Azul y la ejecución de PROMAR, reconoció en el Informe 142 (página 889) la parálisis al señalar que “cabe destacar que durante el primer semestre de 2024 no se celebró ninguna reunión en el marco de los distintos Consejos que componen la Iniciativa Pampa Azul ya que se priorizó realizar un reordenamiento y saneamiento de los proyectos en ejecución”, para luego informar que hubo una sola reunión realizada a casi un año del inicio de la gestión mileista: “La Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología informa que el 28 de noviembre de 2024 se celebró la Primera Reunión Ordinaria del año del Comité Interministerial de la Iniciativa Pampa Azul, con el fin de nombrar a los nuevos representantes institucionales del citado Comité como así también conocer las prioridades de financiamiento de cada una de las instituciones que integran Pampa Azul para el fortalecimiento de la investigación científica tecnológica en nuestro Atlántico Sur”. Fue la primera y última reunión realizada en casi dos años de gobierno.

En relación con la aplicación de los fondos de la Ley 27.167, el informe pretendió justificar el desfinanciamiento con un argumento insostenible: “Como es de público conocimiento, la Administración Pública Nacional se encuentra trabajando con el presupuesto prorrogado del año 2024”, afirmó. Cabe ser recordado que las prórrogas de los presupuestos en los años 2024 y 2025 fueron a instancias del propio oficialismo y que en el presupuesto prorrogado se encontraban las partidas con destino a PROMAR-Pampa Azul.

Lo paradójico es que la misma Jefatura de Gabinete (JGM) invoca a Pampa Azul cuando tiene que responder a los planteos de la oposición sobre cómo enfrenta el gobierno de Milei la presencia de buques extranjeros en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina. En el Informe 143 (página 187), de junio de 2025, la JGM afirmó que “Es importante enfatizar que todo desarrollo normativo o político de ordenación de la actividad pesquera en el área adyacente a la ZEEA debe necesariamente contar con un sólido respaldo científico. La República Argentina cuenta con instituciones de ganado prestigio en investigación científica marina y pesquera. Asimismo, cuenta con un esquema de coordinación de esfuerzos interinstitucional e interministerial con la Iniciativa Pampa Azul”. Se trata de la misma Iniciativa Pampa Azul que en su informe anterior Francos reconocía paralizada.

Lo que ha logrado sobrevivir al naufragio de Pampa Azul provocado por el mileismo, son los proyectos sostenidos por algunas instituciones científicas o universitarias a pesar de los salvajes recortes presupuestarios. En otros casos, se trata de proyectos financiados desde el exterior por instituciones frecuentemente vinculadas a intereses geopolíticos de las potencias del Norte Global.

La demolición de Pampa Azul se produce en el marco general de las orientaciones de la política mileista en los campos de ciencia y tecnología, relaciones exteriores, defensa y seguridad, en los que se imponen la subordinación a Estados Unidos, el extremismo ideológico, el favorecimiento de intereses de grandes grupos corporativos y la privatización y extranjerización del control de los espacios marítimos y fluviales.

Primer Congreso de Pampa Azul,Mar del Plata, noviembre de 2023 (Foto Pampa Azul)

La desarticulación y parálisis de la Iniciativa Pampa Azul se ve reflejada en su portal oficial: la última publicación data del 1° de diciembre de 2023, da cuenta del lanzamiento del documental Georgias, la cordillera sumergidasobre la campaña científica a las Islas Georgias del Sur realizada durante la gestión anterior. Entre las últimas noticas se destaca la concreción del Primer Congreso de Pampa Azul que convocó a más de 650 participantes en la ciudad de Mar del Plata en noviembre de 2023. Los contrastes con la situación actual resultan más que evidentes.

Ciencia al servicio de la soberanía nacional

La relevancia de la Iniciativa Pampa Azul está estrechamente vinculada con su misión: la articulación de “las acciones de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación para proporcionar bases científicas a las políticas oceánicas nacionales, incluyendo el fortalecimiento de la soberanía nacional sobre el mar, la conservación, así como el uso sostenible de los bienes marinos, incluida la creación y gestión de áreas marinas protegidas”.

Como recuerda el Dr. Juan Emilio Sala, ex Coordinador del Consejo Asesor Científico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Iniciativa Pampa Azul durante la gestión peronista, “La Iniciativa Pampa Azul comenzó a implementarse en la Argentina en abril de 2014 mediante un acuerdo entre siete ministerios nacionales (Ciencia; Ambiente; Agricultura, ganadería y pesca; Turismo; Cancillería; Defensa; Seguridad)”. La articulación se corresponde con el enorme desafío que tiene la Argentina de conocer e incorporar a sus espacios marítimos a un proyecto de desarrollo nacional: nuestro país cuenta con un litoral marítimo de 4.725 kilómetros de longitud, que se suma a los 11.325 kilómetros de las costas de la Antártida Argentina e islas australes. De los 6.683.000 km2 que representan los espacios marítimos argentinos continentales, insulares y antárticos, la plataforma continental argentina sólo del continente americano e insular ocupa 3.744.000 km2, lo que equivale al 56% de los espacios marítimos totales.

La demolición de Pampa Azul ya fue intentada antes por otro gobierno de derecha. La primera parálisis ocurrió durante la presidencia de Mauricio Macri, extendiéndose entre finales de 2017 y finales de 2019. Fue resucitada durante la presidencia de Alberto Fernández, con el relanzamiento en julio de 2020, en medio de la pandemia de COVID-19, y adquirió una fuerte dinámica de trabajo hasta diciembre de 2023.

En esta etapa, tras un llamado a la presentación de proyectos fueron evaluadas 99 iniciativas presentadas, resultando seleccionados 32 proyectos presentados por instituciones científicas y tecnológicas con sede en las cinco provincias del litoral marítimo argentino, Córdoba, Santa Fe y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Como informó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en esa oportunidad, la Iniciativa Pampa Azul no se cirscuncribía solo a estos proyectos, sino que incluía a todas las actividades científico-tecnológicas que realizan las instituciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SNCTI) en los espacios marítimos argentinos.

Dos ejemplos del poder de la articulación

Ejemplo del impulso articulador de Pampa Azul fue la campaña de investigación científica marina a las Islas Georgias del Sur, realizada entre el 27 de febrero y 3 de abril de 2023, que involucró al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca a través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), a la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería y al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. El INIDEP aportó el buque de Investigación Pesquera Oceánica (BIPO) Víctor Angelescu, sus equipos de investigadores y técnicos, y sus laboratorios; la Cancillería tuvo a su cargo la gestión diplomática para la concreción de la campaña en el marco de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CRVMA) –con comprometidos aportes de la Dirección de Política Exterior Antártica, de la Coordinación de Políticas Oceánicas del Atlántico Sur y de la Dirección de Malvinas- y aportó investigadores del Instituto Antártico Argentino (IAA); y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación participó activamente en su rol de coordinación de la Iniciativa Pampa Azul y administrador de los fondos de PROMAR.

El BIPO Víctor Angelescu en las Islas Georgias del Sur, 2023 (Foto: Cancillería Argentina)

La campaña permitió, según informaron las instituciones intervinientes, que “especialistas del INIDEP y del Instituto Antártico Argentino (IAA) estudiaran diversos aspectos del ecosistema de las plataformas de las islas subantárticas como la comunidad de peces y de invertebrados bentónicos, el zooplancton, el bacterioplancton y el fitoplancton. Asimismo, realizaron un detallado estudio del ambiente marino, a partir de la caracterización de las masas de agua, la distribución de nutrientes y las variables asociadas a los procesos de acidificación oceánica”. Pero, además de esos logros científicos, la campaña también tuvo un sentido geopolítico: en el marco del estricto cumplimiento de la Convención CRVMA, el pabellón argentino volvió a flamear en aguas argentinas usurpadas por el Reino Unido. La relevancia diplomática de la campaña quedó evidenciada por el seguimiento que un patrullero británico realizó al Angelescu durante su itinerario en torno a las islas Georgias.

Otro ejemplo destacable ha sido el proceso de Planificación Espacial Marina (PEM), que la Argentina desarrolló bajo la órbita de la Iniciativa Pampa Azul entre agosto de 2022 y diciembre de 2023. Como sostiene el Dr. Juan Emilio Sala, “la PEM es un proceso público de análisis y mapeo de la distribución espacial y temporal de las actividades humanas en áreas marinas para alcanzar objetivos ecológicos, económicos y sociales” que “impulsó un proceso de Planificación Espacial Marina (PEM) de carácter multisectorial, ecosistémico y participativo”.

Para ello, se conformó una mesa de trabajo ad hoc bajo el Comité Interministerial de Pampa Azul, integrando investigadores, técnicos y funcionarios de diversas instituciones gubernamentales. El objetivo de este grupo coordinador fue “ordenar y conciliar los usos y actividades humanas en el Mar Argentino, brindando previsibilidad a los diversos aprovechamientos actuales y futuros, atendiendo simultáneamente a la conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos marinos”.

A partir de los aportes de información y conocimiento técnico de diversos actores institucionales y mediante reuniones sectoriales, organismos como la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la  Secretaría  de  Energía,  la  Dirección  de  Intereses  Marítimos de  la Armada Argentina, la Prefectura Naval, la Comisión Nacional del Límite Exterior  de  la  Plataforma  Continental  (COPLA)  y  el  Servicio  de Hidrografía Naval, entre otros, contribuyeron con datos clave de sus respectivas áreas de competencia, entre otros.

Destaca el Dr. Sala que “estos insumos incluyeron información espacial y estadística sobre los distintos usos del mar (pesca comercial, transporte marítimo de pasajeros y carga, cables de comunicaciones submarinos, exploración y    explotación hidrocarburífera, defensa, conservación, investigación científico-marina, entre otros), la cual fue estandarizada temporalmente para un análisis estacional completo”.

La Provincia de Buenos Aires se hace cargo

Ante la deserción por parte del gobierno de Milei de las obligaciones institucionales y legales en relación con Pampa Azul y PROMAR, la Provincia de Buenos Aires ha asumido el impulso de la iniciativa a partir del lanzamiento del Programa Pampa Azul Bonaerense. Desde el gobierno provincial sostienen que se trata de “un programa de gestión integral marino–costera que busca proteger, restaurar y poner en valor los bienes comunes naturales de los 1.200 kilómetros de litoral bonaerense. Pampa Azul fue creada en 2014 por el Gobierno Nacional, y luego de ser interrumpida, desde la Provincia de Buenos Aires retomamos esta política estratégica para articular ciencia, tecnología, comunidades y gestión pública en favor del desarrollo sostenible de nuestro mar y nuestras costas”.

Con la creación de este programa en el ámbito del Ministerio de Ambiente, la Provincia de Buenos Aires ha dado una clara señal de compromiso con un desarrollo científico, económico y ambiental soberano en los espacios marítimos argentinos. Se trata de una acción que interpela al gobierno de Javier Milei y marca un hito fundamental para la futura recuperación de Pampa Azul como un instrumento clave para el desarrollo nacional.

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