El año electoral en el Chaco entró en un punto muerto debido a la emergencia hídrica. No hay calendario ni fechas definidas para concurrir a las urnas. De hecho, el drama de las inundaciones en el interior es el principal argumento por el cual el propio gobernador, Domingo Peppo, dijo que no hablará de cuestiones electorales ni partidarias durante todo febrero. Sin embargo, dejó en claro que su intención es evitar que se realicen las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) como un gesto de austeridad en medio de la crisis económica.
El primer mandatario indicó en este sentido que “el costo que tiene” dicha elección “es importante” y remarcó que se podría evitar estas Primarias “como una cuestión excepcional” y para, más adelante, derogarla definitivamente. De todos modos, aclaró que “todavía la decisión no está tomada”. “Además, eso requiere de una reforma legislativa por lo que tiene que ir sí o sí a la Cámara de Diputados”, sostuvo.
Cabe recordar que Peppo no es ajeno a lo que suceda este año en las urnas. Es que en noviembre, durante un acto partidario que se realizó en Villa Ángela, el gobernador reconoció que tiene intenciones de repetir su mandato. “Si me preguntan si quiero ir por la reelección: claro que sí”, sostuvo.
Por su parte, el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, ratificó que es necesario que se realicen las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para “dirimir controversias políticas”.
Claramente, su postura choca contra la del gobernador, Domingo Peppo, quien considera que son costosas e innecesarias en este momento.
“Lo que nosotros estuvimos analizando es que es necesario tener un cronograma electoral que seguramente será sobre fines de febrero o en marzo y lo segundo es analizar claramente el método de selección de candidatos: si va a ser por Primarias Abiertas o se generan otras opciones como propone la oposición que es la derogación de las PASO que a mí me parece que es inconveniente”, dijo Capitanich en declaraciones a La Radio 104.7.
“Tenemos que aprender a dirimir controversias políticas en el ámbito democrático. Por lo tanto, si es necesario recurrir a Primarias o a sistemas de selección de candidatos hay que hacerlo de una manera respetuosa tratando de generar la mejor propuesta electoral para la ciudadanía”, añadió el intendente.
¿Se presentará a gobernador? ¿Buscará la reelección en Resistencia? ¿Apuntará a algún cargo legislativo? Capitanich aún no lo decidió. “Estoy analizando con mucho detalle qué hacer. Es una decisión importante que involucra cuestiones políticas, familiares y personales. Es un tema que lo estoy trabajando bien. Lo que sí me aboqué a interpretar varias cosas que me parece que son importantes a nivel provincial. Por ejemplo, un muy buen diagnóstico y un plan de gobierno, porque es un tema clave en relación a una decisión en el futuro”, señaló.
El impacto de escándalos judiciales
En medio del drama de las inundaciones y de sus ansias reeleccionistas, el peronista Domingo Peppo busca oxígeno con cambios de gabinete y trata de surfear las bombas de tiempo en los tribunales.
A poco de un año del estallido de la bomba judicial que llevó a la cárcel a un pelotón de funcionarios clave por causas de supuesta corrupción que aún avanzan, el peronista Domingo Peppo intenta frotarse y desprenderse de la mancha que ese tembladeral deja en su gestión y que lo salpica directamente, para encarar el año electoral en el que todavía acuna aspiraciones reeleccionistas.
Pero las temporales treguas que las investigaciones le brindan esconden plazos que le imponen desafíos más que incómodos para el electoral 2019, como el hecho de que a principios de marzo la Legislatura chaqueña deberá definir si avanza un pedido de juicio político contra el mandatario, presentado por diputados provinciales de Cambiemos en diciembre pasado.
Con ese tenso mar de fondo, Peppo hizo debutar un cambio de gabinete, que en círculos locales tuvo sabor a poco y que fue en rigor una serie de enroques y de unciones de dirigentes de bajo perfil.
Así las cosas Peppo lleva sobre sus espaldas un peso agobiante, cuya traducción en las urnas aún está por verse: el de ser el líder de un equipo -instalado tras su asunción en diciembre de 2015- que terminó diezmado por investigaciones judiciales por supuestos manejos irregulares de fondos públicos, de alto impacto en el plano nacional y en un distrito castigado por las necesidades básicas insatisfechas.
El rastrillo de los tribunales disparó la detención en marzo de 2018 de una pieza clave del Gabinete de Peppo, el secretario general de la Gobernación, Horacio Rey, quien incluso fue su jefe de campaña. También corrieron esa suerte por esas horas, entre otros, el por entonces subsecretario de Comercio, Roberto Lugo, y dos familiares de Rey: su esposa -y exsecretaria privada de Peppo-, Susana Fernández, y su cuñado, el excoordinador de la Unidad Ejecutora Chaco Construye, Ismael Fernández. El listado de funcionarios detenidos, días más tarde, se ampliaría.
El propio Peppo sumó ese año otra embestida judicial que lo puso como uno de los blancos de la investigación, con la lupa dirigida a su actuación como titular del Instituto Provincial de la Vivienda (lo comandó entre 2012 y 2015), y un presunto uso irregular de recursos nacionales.
El pasado octubre, en tanto, depararía otro mal trago para el mandatario, de la mano del escandaloso robo -de un depósito oficial- de unos 200 mil kilos de leche en polvo destinados a un programa alimentario.
La avanzada judicial sobre la administración del peronista Peppo derivó en diciembre pasado en la presentación de un pedido de juicio político contra el mandatario por parte de legisladores provinciales de Cambiemos.
“Existe una política de saqueo del Estado que se instaló en el Gobierno actual, junto al despacho del gobernador, donde se ven implicados funcionarios de primer nivel, empresarios e intendentes“, disparó por esas horas el diputado provincial Hugo Domínguez (Encuentro Cívico).
“Peppo le debe explicaciones al pueblo, porque es un derecho de todos los ciudadanos de la provincia; acá tuvimos, y parece no haberse ido, un Gobierno paralelo, que puerta de por medio del despacho del gobernador funcionó con toda impunidad, estaba todo organizado para saquear al Estado y creo firmemente que el gobernador no puede desconocer todo los que sucedía allí”, remarcó Domínguez tras la presentación de la estocada parlamentaria, que concretó junto a sus pares Gustavo Corradi, Alejandro Aradas y Pablo Curín.
“En principio en dos o tres meses se iban a plantear los juicios, pero no vemos avances en estos hechos ocurridos al lado de la oficina del gobernador”, enfatizó Domínguez en diciembre.
El pedido de juicio político tomó estado parlamentario ese mes, y ahora la mirada está puesta en la primera sesión de marzo. Según lo estipulado por la Constitución chaqueña, “para la tramitación del juicio político, la Cámara en su primera sesión anual se dividirá por mitades en dos salas. La sala primera tendrá a su cargo la acusación y la segunda será la encargada de juzgar”.
En tanto, y en medio de un sueño reeleccionista que aún no oficializó, Peppo aseguró que tomará una decisión final “después de que pase esta cuestión de emergencia”, en referencia al flagelo de las inundaciones que castiga a la región. El tiempo dirá si las turbulentas aguas electorales, en un marco de comicios provinciales anticipados pero aún sin fecha, también dejarán su huella sobre las aspiraciones del gobernador.
A priori, en medio del prontuario judicial de la administración de Peppo y de los zigzagueos de la interna peronista local (atada a la coyuntura partidaria nacional, y con el poder dividido entre Peppo, el intendente capitalino Jorge “Coqui” Capitanich y el titular del Concejo Deliberante de Resistencia, Gustavo Martínez), las aguas parecen bajar turbias para el mandatario, y el final hoy está abierto
¿Se presentará a gobernador? ¿Buscará la reelección en Resistencia? ¿Apuntará a algún cargo legislativo? Capitanich aún no lo decidió.