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«El gobernador nos pidió analizar minuciosamente el presupuesto»… Nos dice el Senador Nacional Guillermo Andrada.
Ayer el presidente Javier Milei apuntó a las provincias para completar la reducción del gasto público y les pidió un ajuste de 60.000 millones de dólares para próximo año. Además, afirmo Andrada, “no tener un presupuesto es muy dificultoso para el rumbo de la provincia porque no tienes garantizados los
recursos que te van a venir y quienes están manejando lo hacen de forma discrecional”, advirtió.
Claro que es importante tener un presupuesto nacional aprobado por los legisladores, todo el país se alinea a ese proyecto, porque en definitiva es la ley de leyes cómo se le llama a este. En el caso de nuestra provincia significa el 80 % de los recursos que demanda el funcionamiento del estado provincial y
municipal. Un 14 % % restante son recursos propios.
Luego aclaró Espert que ya no son los 60000 millones de dólares que deben aportar las provincias (leído por el presidente Milei en su discurso de presentación del presupuesto en el Congreso Nacional), para achicar el déficit sino 20000 millones de la misma moneda.
Veamos con el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) su Informe Fiscal: Análisis de los ingresos, gastos y resultados del sector público nacional: datos a agosto de 2024:
El presupuesto 2025 de Javier Milei, nos lleva a un ajuste fiscal, regresividad tributaria e inconsistencias macroeconómicas.
La “regla fiscal” y las implicancias. El proyecto de ley de presupuesto 2025 contiene disposiciones que precisan y amplifican lo anunciado por el presidente el día domingo 15 de septiembre. En primer lugar, los artículos 1 y 70 establecen la “regla fiscal”. Es una reedición de la regla de “déficit cero” de la ley 25.453 del año 2001. Aquella norma fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema en el año 2002 (fallo “Tobar”). La Corte Suprema consideró que implicaba un exceso de discrecionalidad a favor del poder ejecutivo y que no cumplía con los términos propios de una medida de emergencia, en tanto no contenía una pauta temporal concreta de vigencia.
La importancia de los recursos tributarios de origen nacional sobre la recaudación provincial: La recaudación fiscal actualmente sufre un importante impacto negativo, tanto en el nivel nacional como en los niveles subnacionales. Resulta relevante indagar en el peso relativo de estas transferencias sobre el total de los recursos provinciales. Los ingresos provinciales provienen básicamente de dos fuentes: recursos propios (principalmente, ingresos brutos, inmobiliario, automotor y sellos) y recursos tributarios de origen nacional, principalmente por transferencias de coparticipación. en lo que respecta a las transferencias tributarias de origen nacional, éstas representan una buena parte de los ingresos provinciales: en promedio, alcanzan 56,6% en recursos de coparticipación federal de impuestos (CFI), mientras que si se incorpora el resto de Transferencias de Origen Nacional (RON), el guarismo asciende a 70,3% del total, algunas provincias presentan un alto nivel de dependencia de los recursos tributarios de origen nacional, principalmente por recursos coparticipables, como Formosa, La Rioja, Catamarca, Chaco, Jujuy, San Juan, mientras que, en el otro extremo, los niveles de recaudación de recursos locales son sensiblemente mayores, como en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Catamarca recibe el 78,5 % coparticipación y RON (recursos de origen nacional), la provincia completaría el 100 % con un 13,9 % con sus propios ingresos.A su vez se recibió hasta agosto 2024 de fondos RON un -15,7 %.
El promedio de la pérdida de las demás provincias es del -18% (hasta donde tenemos una relación conveniente con Milei). En fondos coparticipables Catamarca recibió un -15,6 %. Si ahora habrá que aportar a esos 20000 millones de dólares desde todas las provincias, para alcanzar las metas del
déficit «0» en el 2025 y las mismas recaudan bajo todo concepto 30000 millones de dólares, el panorama es insostenible.
Estamos de acuerdo de que en el presupuesto se debe primero verificar sus metas presupuestarias, luego en su posibilidad objetiva de ejecutarse, cuidando siempre que estamos hablando de casi 44 millones de argentinos, que aportan a ese PBI y que fundamentalmente necesitan «vivir».
Más allá de la irresponsabilidades de las deudas contraídas, anteriores y las actuales, que seguramente habrá que pagar, pero, cómo lo planteo N. Kirchner, «Con el crecimiento del PBI se pagará», pero no en base al hambre (cierre de fábricas, caída mayor en las jubilaciones, aumento de la pobreza, aumento del
déficit de viviendas populares, reducción de la inversión y gastos en lo social
etc.

Esto lo hace al presupuesto «dificultoso», no «previsible». Es más que su aprobación o no, porque presupone una caída en la recaudación nacional que impactará en las provincias y que será del orden del -24 % en el 2025.
Esta «imprevisibilidad y discrecionalidad» de Milei es su forma de ajustar el gasto público de Argentina, más allá decir por ejemplo el 32 % de ese achique hasta aquí se lo sacaron a los magras jubilaciones, las provincias ya en lo que va del 2024 recibieron un -14 % menos para sus inversiones-gastos, explica Horacio Rovelli en su análisis del presupuesto de Milei.
También nos dice Rovelli: no leyó ningún presupuesto en el Parlamento, dijo que el gasto público consolidado: nación, provincias y municipios tiene que ser un 25 % del PBI presupuestado, cómo hacen en Paraguay Y Chile. En esos países el estado no tiene una presencia muy fuerte, en cambio en Argentina
siempre el estado tuvo un estado presente, muy significativo como forma de redistribuir sus riquezas producidas en todo su territorio, en especial en el gasto social: viviendas, caminos, escuelas, hospitales, universidades, vacunas, remedios para los jubilados, respuestas a la pobreza, etc.
Lo último medido o que se sabe fue el gasto público consolidado 21-22 que fue del 43,2 %. Del período 22-23 no se conoce el dato. De los datos conocidos se infiere que, del gasto público consolidado, la Nación paga el 24,40%% , las Provincias el 15,7% y los Municipios un 3,3 %.
En Tucumán en la madrugada fría de julio, se firmó el pacto con las mayorías de los gobernadores donde entre otros asuntos se declaró que el gasto público consolidado debería ser el 25%.
Sigue Rovelli diciendo que, en el discurso sobre el presupuesto 2025 la semana pasada Milei anuncia que las provincias tienen que absorber un déficit de 60000 millones de dólares de su gasto público. En las provincias, que significan del consolidado (nación, provincia, municipios) el 12,7 % del PBI, este es 470000 millones de dólares, si las provincias gastaban o invertían, el 15,7 %, solo gastarían el 3 % del PBI.
Además de estas imposiciones van a priorizar los gastos que demande la deuda externa, esto reducirá en mayor medida las transferencias a las provincias. La inconsistencia entre el discurso y lo que van a aprobar es una realidad, todo será relativo o modificable, imposible saber con certeza lo que Milei transferirá o nos sacará. Ahora Espert corrige sería sólo 20000 millones de dólares el ajuste provincial, sigue siendo inviable, las provincias recaudan 30 mil millones según el dato del 2023, finaliza Rovelli.

HERNAN COLOMBO
HUGO GARNERO


GRUPO LA CAPITANA